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Pasos para aplicar el truco:
- Hierve agua en una olla o tetera.
- Vierte el agua hirviendo directamente sobre la abolladura.
- Con guantes resistentes al calor, empuja la abolladura desde el interior si es posible.
- Rocía agua fría inmediatamente después para fijar la forma.
El calor del agua hace que el plástico se expanda y recupere parte de su elasticidad, permitiendo que vuelva a su forma original con una leve presión. Al enfriar rápidamente la zona, se “congela” la nueva forma, dejando la superficie lisa nuevamente.
Precauciones antes de usar este truco
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Primero que nada no se recomienda en piezas metálicas y debes asegurarte de que el plástico esté accesible desde atrás. Además, ten en cuenta el uso de guantes para evitar quemaduras.
Algo muy importante a considerar es que funciona mejor en abolladuras recientes y poco profundas, pero las ventajas de este truco casero son mayores: es económico, rápido, sin herramientas especiales y sobre todo sin dañar la pintura original.
Este sencillo truco con agua hirviendo se ha convertido en un aliado de muchos conductores que desean mantener su auto en perfectas condiciones, pero que por algún descuido o error, se abolló y necesita arreglarlo sin gastar dinero en el taller. Aunque no reemplaza una reparación profesional en casos severos, es una solución práctica y efectiva para pequeñas abolladuras. Si te ocurrió, pruébalo y sorpréndete con los resultados
