¿Cuánta luz necesitan mis plantas?
El sol es quizás la parte más importante de la jardinería, junto con el riego y el sustrato. La luz es esencial para los procesos de fotosíntesis de las plantas y por ende para su crecimiento y desarrollo saludables.
Aunque no lo creas, no todas las plantas requieren la misma cantidad de sol. Algunas variedades sobreviven sin ella por varios días y otras necesitan mayor frecuencia. Cuando una planta tiene exceso o déficit de sol, te lo hará saber a través de síntomas y señales en sus hojas y tallos.
Cómo saber cuánto sol necesitan mis plantas según la especie
Para saber exactamente cuánto sol y frecuencia de luz solar requieren las plantas de tu hogar debes tener en cuenta esta guía. Las plantas se organizan en 4 categorías: sol directo, sol parcial, interiores y sombra. Estas categorías se establecen de acuerdo a las hojas, el agua y las raíces.
Las plantas que retienen mayor cantidad de agua y se adaptan a climas secos, como los cactus, las suculentas y las lavandas, necesitan bastante sol y lo soportan muy bien.
Otras plantas como los helechos, el árbol de jade y la lengua de suegra requieren de sol parcial, por eso suelen ser plantas de interior que se van moviendo en sectores de la casa.
Plantas como los potus o el anturio necesitan luz de sol filtrada por una ventana. El sol directo puede quemar sus hojas y generar manchas marrones permanentes.
Finalmente, especies como las orquídeas y monsteras requieren de sombra principalmente para desarrollarse. Sin embargo, un poco de sol filtrado cada tanto es necesario para que sus hojas absorban luz.
Cuando las plantas tienen exceso o deficiencia de sol, sus hojas se vuelven marrones o crujientes, hasta pueden marchitarse y caerse. Las plantas con falta de sol se ponen más blandas y sus hojas se vuelven gomosas por falta de evaporación.
Consejos para mantener tus plantas hermosas y sanas todo el año
No solo importa el sol. Para mantener las plantas sanas debes considerar también el espacio o sustrato nutritivo en el que las colocas, el riego en cantidad y frecuencia; y la limpieza de las hojas.
Además, en los meses de invierno debes proteger a las plantas de las heladas y evitar que las plantas de interior se vean afectadas por la calefacción del hogar.