Al bajar de peso, todos corremos el riesgo del famoso "efecto rebote". Pero según la ciencia puedes adelgazar de forma saludable y sin recuperar los kilos
La lucha contra el sobrepeso es un desafío común, pero la ciencia nutricional ofrece estrategias efectivas para bajar de peso de forma saludable y duradera. Olvídate de las dietas milagro y descubre cómo alcanzar tu peso ideal.
La pérdida de peso exitosa se basa en un principio fundamental: crear un déficit calórico. Esto significa consumir menos calorías de las quemas. Sin embargo, la calidad de las calorías y la forma en que las consume son iguales de importantes.
Para comenzar la perdida de peso, la única medida radical que se necesita es disminuir la cantidad de carbohidratos que se consume, aunque te digan que los carbohidratos son buenos si vas al gimnasio a matarte haciendo ejercicios. Según el médico y nutricionista Guillermo R. N. al reducir los carbohidratos en nuestra dieta, el cuerpo entra en un proceso conocido como cetosis, donde empieza a quemar grasa como fuente principal de energía.
StatPearls Publishing define a los carbohidratos como uno de los tres macronutrientes de la dieta humana, aunque no todos son iguales. Existen carbohidratos complejos y simples, y el exceso de los simples (como los azúcares refinados y los alimentos procesados) pueden tener un impacto negativo en el peso corporal.
Realiza una dieta equilibrada y nutritiva: Prioriza alimentos integrales, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Incluye proteínas magras, como pollo, pescado y tofu, para mantener la masa muscular. Limita el consumo de alimentos procesados, azúcares refinados y grasas saturadas.
Controla las porciones: Aprende a reconocer las porciones adecuadas para cada grupo de alimentos. Utiliza platos más pequeños y preste atención a las señales de saciedad.
Aumenta la actividad física: Combina ejercicio cardiovascular, como caminar, correr o nadar, con entrenamiento de fuerza. El ejercicio aumenta el gasto calórico, mejora el metabolismo y fortalece los músculos.
Cambia tu estilo de vida: Duerme lo suficiente, ya que la falta de sueño puede afectar el metabolismo y el apetito. Gestiona el estrés, que puede llevar a comer en exceso. Bebe suficiente agua para mantenerte hidratado y favorecer la saciedad.
Continúa con una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio. No regreses a los hábitos alimenticios que te llevaron al sobrepeso. Además, debes pesarte regularmente y ajusta tu dieta y actividad física según sea necesario.
Enfócate en la salud a largo plazo y, considere la pérdida de peso como un cambio de estilo de vida, no como una meta a corto plazo. Mantén un enfoque basado en la salud integral, no solo en el peso.