Según se creía, comer momias, restos humanos molidos y tintados, era la cura para cualquier cosa, desde la peste bubónica hasta el dolor de cabeza. De hecho la demanda fue tan alta que comenzaron a falsificar este polvo. El nombre del producto era Mumia.
Historia y arqueología: ¿Cómo era el tráfico de momias?
Según un artículo de The Coversation en un mundo sin antibióticos, los médicos proscribían cráneos, huesos y carne molidos para tratar enfermedades que iban desde dolores de cabeza hasta reducir la hinchazón o curar la peste .
Para la élite real y social, comer momias parecía una medicina apropiada para la realeza , pues los médicos afirmaban que las momias provenían de faraones. La realeza se comía a la realeza. En el siglo XIX la gente ya no comía momias pero durante la época victoriana se organizaba "fiesta de desenvolvimiento" en las que se devolvían momias para el entretenimiento.