A la hora de utilizar a las cebollas, siendo una de las verduras más populares, muchas personas tienen la costumbre de tirar las cáscaras de las mismas. Sin embargo, muchas no saben que estas pueden tener grandes beneficios que no puedes desaprovechar.
Las cáscaras de las cebollas pueden ser utilizadas con grandes beneficios
Al ser un fertilizante natural, las cáscaras de cebolla pueden ser ventajosas en el mundo de la jardinería. Esto se da por la gran cantidad de nutrientes que las mismas tienen.
Para qué sirve colocar cáscaras de cebollas en el sol
Como se dijo antes, las cáscaras de cebolla contienen nutrientes como potasio, calcio y fósforo, que son beneficiosos para las plantas. Si las secas al sol, puedes posteriormente molerlas y agregarlas en la tierra.
Otra de las alternativas es utilizarlas para realizar una infusión que tiene grandes beneficios en tu jardín, y puedes utilizarla para regar tus plantas en este espacio.
Siguiendo la misma línea, tienes que saber que las cáscaras de cebolla pueden agregarse a la pila de compost, donde se descompondrán y enriquecerán el suelo con nutrientes.
Por último, y no menos importante, las cáscaras de cebolla pueden ser excelentes repelentes de distintas plagas, sobre todo por su intenso aroma. Al secarlas y usarlas como abono o infusión, se puede proteger a las plantas de pulgones, ácaros y moscas blancas.
Ya lo sabes, si quieres crear un abono casero para tus plantas, repeler a las distintas plagas de tu jardín o enriquecer el suelo mediante el compost, lo ideal es que pongas las cáscaras de cebollas a secar en el sol.
Paso a paso: cómo secar las cáscaras de cebollas en el sol para obtener estos beneficios
- Recolección: reúne las cáscaras de cebolla que se generan al pelar las cebollas.
- Limpieza: lava las cáscaras de cebolla para eliminar cualquier suciedad o residuo.
- Secado: extiende las cáscaras de cebolla en una superficie plana, como una bandeja o paño, en un lugar soleado y protegido del viento.
- Molienda: una vez secas, las cáscaras de cebolla pueden molerse en un procesador de alimentos o mortero para obtener un polvo fino.