Historias

Clara Fox, la activista trans mendocina que se sometió a una feminización facial en 3D: qué es y qué representa

Desde Buenos Aires, la mendocina Clara Fox atraviesa su recuperación tras someterse a una feminización facial en 3D, un procedimiento que va más allá de la estética

A pocas horas de la marcha del orgullo gay, Clara Fox —activista trans mendocina radicada en Buenos Aires— publicó en sus redes un mensaje que resume su presente: “Seguimos eligiendo la lucha colectiva. Nuestro mensaje siempre fue y será ´Orgullo’, porque sabemos lo que vivimos y nunca nos importó el dolor. Nosotras seguimos adelante, siempre confiando en nuestro amor”.

clara fox operada
La feminización facial en 3D es una cirugía que busca alinear el cuerpo con la identidad, explicó Clara Fox.

La feminización facial en 3D es una cirugía que busca alinear el cuerpo con la identidad, explicó Clara Fox.

Sus palabras reflejan el camino de una mujer que no solo milita por la visibilidad y los derechos de la comunidad LGBTIQ+, sino que también decidió atravesar un proceso de transformación profunda: una feminización facial en 3D, una cirugía que combina tecnología, ciencia y un acto de amor propio.

“Este viaje no es solo físico, es un acto de amor propio”, escribió días después. “Cada cicatriz, cada dolor y cada lágrima se transforman en fuerza y esperanza. Lo soñé, lo luché y lo logré”.

Qué es la feminización facial en 3D

El procedimiento al que se sometió Clara busca armonizar los rasgos del rostro para que reflejen una identidad femenina, pero, como ella aclara, no se trata solo de estética.

“La feminización facial en 3D es una cirugía que busca alinear el cuerpo con la identidad”, explica. “La tecnología 3D permite planificar todo con mucha precisión, adaptándolo a cada persona. En mi caso, no fue un cambio superficial: fue una manera de encontrar coherencia entre mi interior y mi imagen externa”.

Gracias al uso de herramientas digitales, los cirujanos pueden recrear en tres dimensiones el rostro del paciente, modelar posibles resultados y definir con exactitud las intervenciones necesarias —como ajustes en la frente, pómulos, mandíbula o mentón— para lograr una armonía natural.

Es un proceso personalizado, largo y sensible, que implica una recuperación progresiva tanto física como emocionalmente.

Una decisión madurada con el tiempo

“Siempre supe que quería hacerlo, pero necesitaba estar preparada emocional y económicamente”, cuenta Clara, en diálogo con Diario UNO. “No fue un impulso, sino un paso pensado, lleno de significado. Llegó un punto en que entendí que no buscaba cambiar quién soy, sino verme reflejada tal como siempre me sentí por dentro”.

El camino hasta la cirugía no fue sencillo. “Antes de la operación viví una mezcla de nervios, miedo y emoción. Sabía que era un paso enorme, y que después de ese día nada sería igual”, recuerda.

clara fox de cara
El uso de herramientas digitales es clave para una correcta feminización en 3D.

El uso de herramientas digitales es clave para una correcta feminización en 3D.

Hoy, mientras atraviesa la recuperación —con vendas, cansancio y una felicidad inmensa— siente que el esfuerzo valió la pena. “Cada día me siento más cómoda, más yo”, afirma con una sonrisa que, aunque reciente, ya refleja la plenitud que buscaba.

De Mendoza al orgullo porteño

Oriunda de San Rafael, Mendoza, Clara trabaja en atención al público en un organismo estatal. Desde Buenos Aires, sigue muy conectada con su provincia natal, donde inició su camino de activismo. “Soy una mujer sensible, fuerte y muy agradecida con la vida. Después de muchos años de búsqueda, hoy me siento en paz conmigo misma”, expresa.

Su participación en la Marcha del Orgullo 2025 marcó un antes y un después. “Hoy comprobé que el amor vence al odio. Ahora sí puedo decir que valió la pena todo”, escribió emocionada y agradeció a sus compañeras.

El mensaje resonó entre cientos de seguidores que la acompañaron virtualmente en cada paso de su recuperación. En redes, Clara comparte imágenes, reflexiones y gestos de gratitud: “Soy una agradecida de poder crear y trabajar con gente tan maravillosa”.

Más que un cambio físico

Para Clara, la feminización facial no fue un capricho ni una búsqueda de perfección estética. Fue una reparación íntima.

clara fox posoperatorio

"Soy una mujer sensible", se define Clara, que se sometió recientemente a una feminización en 3D.

“Esta cirugía no me hizo más mujer; me permitió ser la mujer que siempre fui, sin tener que explicarlo”, sostiene. “Me miro al espejo y me reconozco, y eso me llena de paz”.

Esa paz llega después de años de lucha, resiliencia y conquistas personales. “Nunca permitas que te digan que no vas a poder —dice en uno de sus posteos— y mucho menos que se rían de ti. Tú eres muy valiente”.

clara abajo con sus parches orgullo gay
Clara Fox, abajo, aún con sus parches, celebrando el orgullo gay.

Clara Fox, abajo, aún con sus parches, celebrando el orgullo gay.

Su relato, como el de tantas mujeres trans, recuerda que la transición no es un camino de vanidad, sino de dignidad. En cada palabra, Clara transmite el poder de reconciliarse con la propia imagen, de reconocerse y de vivir sin miedo.

“Lo soñé, lo luché y lo logré”, repite. Y en esa frase se resume una historia que no busca lástima, sino inspiración.

Feminización facial 3D: planificación

La feminización facial con planificación 3D es una modalidad moderna dentro de la cirugía de feminización facial (FFS) que combina las técnicas habituales de remodelación ósea y de tejidos blandos con planeamiento virtual en tres dimensiones (VSP — virtual surgical planning) y, en algunos casos, guías o piezas impresas en 3D para asistir al cirujano durante la intervención. El objetivo clínico es armonizar rasgos que se asocian culturalmente con un aspecto femenino (frente, nariz, pómulos, mandíbula, mentón, línea mandibular y mentón) mediante intervenciones personalizadas.

Las diferencias clave frente a la FFS convencional son:

Planeamiento digital previo: a partir de imágenes (habitualmente una tomografía computada facial y fotografías) se crea un modelo 3D del cráneo y los tejidos. Esto permite simular cambios, comparar alternativas y planear cortes óseos y contornos con gran precisión antes de entrar al quirófano.

Precisión y personalización: VSP reduce la variabilidad intraoperatoria y ayuda a que el resultado coincida más fielmente con lo diseñado en la simulación.

Guías quirúrgicas y prótesis a medida: cuando corresponde, se fabrican guías o plantillas impresas en 3D que orientan los cortes o el posicionamiento óseo, y en ciertos casos implantes específicos.

Mejor comunicación paciente–equipo: la visualización 3D ayuda a que la paciente y el equipo quirúrgico discutan expectativas reales y límites anatómicos.

En términos clínicos, la evidencia reciente (revisiones y series de casos) sugiere que el uso de VSP/impresión 3D en FFSmejora la exactitud y la reproducibilidad de algunas maniobras (por ejemplo, reducción frontal, remodelación mandibular o genioplastia), aunque los autores señalan que se necesitan estudios prospectivos más amplios para cuantificar beneficios en resultados funcionales y en satisfacción a largo plazo. En la práctica, la técnica sigue requiriendo la valoración integral por equipos pluridisciplinares (cirujanos plásticos y maxilofaciales, otorrinolaringólogos, anestesistas y apoyo psicológico) y un seguimiento posoperatorio atento para la recuperación y las posibles revisiones.