La hidratación es fundamental para la salud de los seres vivos, y los perros no son la excepción. Durante los días fríos, tanto en otoño como en invierno, es clave prestar atención a varios aspectos relacionados con el agua que estos animales consumen.
Cambiar el agua de tu perro con frecuencia estimula su bienestar
El agua de los perros debe estar siempre disponible y ser de buena calidad: limpia, fresca y a una temperatura adecuada. Aunque no lo parezca, estas condiciones terminan influyendo en el bienestar de tu mascota.
Cada cuánto tiempo debes cambiarle el agua a tu perro, según expertos
A la hora de modificar el recipiente de agua de tu perro, el contenido es claro: mantener el agua limpia para prevenir enfermedades. Lo más recomendable es que los perros beban la misma agua que consumen las personas del hogar.
La calidad del agua es algo importante, pero también lo es la limpieza del recipiente en el que la misma se sirve. Por este motivo, se recomienda limpiarlo con regularidad.
Para lograr esto, el uso de distintos elementos de limpieza como el vinagre o el bicarbonato de sodio será más que suficiente. Regresando al tema central de la nota, hay que decir que los expertos de Dog Food Advisor revelaron el tiempo que debes esperar para cambiar el agua de tu perro.
En concreto, recomiendan cambiar el agua de los perros al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. Sin embargo, esta frecuencia puede variar según ciertos factores.
Cambiar el agua con frecuencia no solo mejora el bienestar del perro, sino que también estimula su hidratación. Al ofrecerle agua limpia y fresca, es común que tenga más ganas de beber.
Señales que indican que debes cambiarle el agua a tu perro
- Apariencia: el agua se ve turbia, con sedimentos o con una apariencia no clara.
- Olor: el agua huele a cloro, a moho o a cualquier otro olor no deseado.
- Temperatura: el agua está caliente, lo que puede ocurrir si el agua se ha mantenido expuesta al sol durante mucho tiempo o si está en un lugar con alta temperatura.
- Rendimiento: el agua se ha mantenido en el recipiente por mucho tiempo y el perro no la ha bebido, lo que puede indicar que la calidad del agua ha disminuido o que el recipiente no es adecuado para mantener el agua fresca.