La AUH será de $87.790, aunque el monto cobrado mensualmente es el 80% de ese total, es decir, $70.231. La percepción del 20% restante es una vez al año y está condicionada a que se certifique el cumplimiento de obligaciones vinculadas con la escolaridad y el cuidado de la salud.
Los importes informados en esta nota son aproximados, ya que no fueron todavía oficializados. Las cifras definitivas, que deberán ser consignadas en una resolución de la Anses, dependen del redondeo del índice (en este caso se utilizaron dos decimales, que es la práctica que se asumió en los últimos incrementos).
El reajuste mensual de los ingresos previsionales según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se hace en función de la establecido por el decreto de necesidad y urgencia 274, de marzo de este año, que derogó la fórmula de movilidad que regía desde 2021. La suba es para todos los haberes, cualquiera sea su importe.
Como ocurre todos los meses desde abril, al momento de conocerse el índice de la actualización para el mes próximo, hay incertidumbre respecto de lo que ocurrirá con el bono que les paga a quienes tienen los haberes más bajos.
Con los ingresos de septiembre se está abonando un refuerzo de hasta $70.000 a quienes tiene un haber bruto de hasta $304.540. Si para octubre se dispusiera un bono del mismo importe, que está congelado desde marzo, entonces para quienes tienen el haber mínimo la suba del ingreso representará cobrar $306.991 de bolsillo.
El bono adicional alcanza todos los meses a los jubilados del haber mínimo y a los que tienen un ingreso de hasta la cifra conformada por ese importe básico más el bono. En septiembre, por ejemplo, quien tiene un haber bruto de $280.000, recibe un plus de $24.540 (para llegar a los $304.540).
Con un ingreso previsional superior a $304.540 (solo por este mes, esa cifra es el ingreso mínimo garantizado) no se percibe adicional, según la regla que había definido el gobierno anterior y que viene replicando el actual.
Esta vez, el índice de actualización se conoce el mismo día en que la Cámara de Diputados debatió el tema jubilatorio, tras el veto presidencial a la ley que preveía un aumento de 7,2% para los haberes retroactivo a abril, entre otros puntos. Un grupo de legisladores buscó insistir con la norma, pero no logró llegar a una mayoría de dos tercios, con lo cual el veto quedó en pie. Esa ley disponía también que rigiera un ingreso mínimo garantizado atado al valor de una canasta básica de consumo (para reemplazar a la política de bonos).
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La ley fue vetada por el Poder Ejecutivo por falta de previsiones sobre el financiamiento de las obligaciones que les iban a ser impuestas al Estado. El veto fue completo y hasta incluyó un artículo que solo ratificaba la modalidad de reajustes fijada por DNU y que el Gobierno está aplicando (reajustes por IPC y con frecuencia mensual). En esta cuestión en particular, se perdió la oportunidad de que el cálculo estuviera en una ley y no en un decreto.
Así quedaron las prestaciones no contributivas y por hijo para octubre
El índice de 4,2% para octubre alcanza a las prestaciones no contributivas, como la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que el mes próximo será de $195.456. Estos beneficios estarían alcanzados por el bono de $70.000, si se confirmara su pago.
A su vez, tendrán un reajuste de igual porcentaje que las jubilaciones, las prestaciones por hijo a cargo de diferentes grupos de trabajadores, desocupados y jubilados. En el caso de los trabajadores bajo relación de dependencia, dependiendo de cuál sea el ingreso total del hogar donde viven los chicos, la asignación por hijo menor de 18 años será por octubre de $43.908; $29.615; $17.909, y $9237.
