Hay muchísimos trucos que nos permiten día a día que no nos enojemos con esas pequeñas situaciones que suelen sacarlos de quicio, por más tonta que parezca.
5 trucos para dejar las toallas súper suaves
Las toallas suaves y esponjosas son un lujo que todos merecen después de un baño relajante o una ducha refrescante. Y existen algunos trucos que son ideales para que la toalla esté en la mejor condición y puedas disfrutarla, sin tener que sentir todo rasposo.
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1. Elección de Detergente y Lavado Cuidadoso El primer paso para mantener tus toallas suaves es elegir un detergente suave y libre de suavizantes fuertes. Utiliza una cantidad adecuada de detergente para evitar residuos en las fibras. Lava las toallas en agua tibia en lugar de caliente y evita el exceso de detergente, lo que podría hacer que las toallas se vuelvan ásperas.
2. Evitar el Exceso de Suavizante Aunque el suavizante puede oler bien, en realidad puede acumularse en las fibras de las toallas y hacerlas menos absorbentes con el tiempo. Si decides usar suavizante, asegúrate de no exagerar. Una mejor alternativa es el vinagre blanco: agrega media taza al ciclo de enjuague para suavizar las toallas sin dejar residuos.
3. Secado al Aire Libre Después de lavarlas, evita la tentación de secar las toallas en exceso en la secadora. En lugar de ello, cuélgalas al aire libre o en un lugar ventilado para que se sequen naturalmente. La exposición al sol también puede ayudar a eliminar las bacterias y mantener las toallas frescas y esponjosas.
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4. Sacudir y Golpear Antes de colgar las toallas para que se sequen, dales una sacudida suave y golpéalas ligeramente. Esto ayudará a restaurar el volumen de las fibras y a prevenir que se compacten, manteniéndolas esponjosas.
5. Uso Moderado de Toallas por Lavado No es necesario usar una gran cantidad de toallas en cada baño. Usar varias toallas pequeñas en lugar de una grande puede ayudar a que se laven de manera más eficiente y se mantengan suaves con el tiempo.