A pesar de toda la información que hay y de las múltiples campañas en contra del consumo de tabaco, en el último año - medición de 2017- más de 100.000 mendocinos comenzaron a fumar. Según un informe del Ministerio de Salud provincial, esta cifra duplica la media nacional.
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Según el sexo, es mayor la cantidad de hombres -13%- que de mujeres -9%- que comenzaron a consumir tabaco. Teniendo en cuenta la edad, la mayoría de los nuevos fumadores tienen entre 25 y 34 años. En el caso de los adolescentes son 5.463 y representan el 8%.
La edad promedio de inicio de consumo de tabaco se ubica en los 16 años. Sin embargo, las nuevas generaciones han reducido la edad en que comenzaron a fumar y se registró que los adolescentes inician el consumo a los 14 años.
Del 2010 al 2017, el consumo de tabaco en el país pasó de 27,4% a 28,6%. Esto supone un incremento de 1,2 puntos porcentuales. Por edad, se destacan los adolescentes que pasaron de 8% a un 12% en esos siete años. Sin embargo, en Mendoza, este grupo etario es menor y representa el 7,2%.
Según la Organización Mundial de la Salud, en el país el tabaquismo tiene una tasa de mortalidad del 14%. Su consumo se inicia entre los 13 y 14 años y suele extenderse al menos 20 años, con un "pico" de adicción que se da entre los 28 y los 35.
El consumo de cigarrillos produce en Argentina 123 muertes por día, más de 44 mil al año, 20 veces más posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Riesgos de fumar
Según la OMS, el tabaquismo es la causa más importante de años de vida perdidos y/o vividos con discapacidad. Además, los relevamientos indican que dentro de las diez principales causas de muerte en el mundo, ocho están relacionadas con el consumo de cigarrillos.
Las más frecuentes son infartos, enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares (ACV) y problemas en la circulación en miembros inferiores.
También el cáncer es otra grave consecuencia. Los principales relacionados al tabaco son: de pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga, entre otros.
¿Cómo se puede tratar?
Un escaso número de fumadores logra dejar de fumar por sus propios medios, cuando ha tomado la decisión. Si esto no es posible, la consulta con un profesional de la salud mejora ampliamente la probabilidad de dejar de fumar. Éste puede ofrecer terapia cognitivo-conductual con o sin medicación.
Si bien algunas medicaciones se venden sin receta, no se recomienda el tratamiento aislado sin el apoyo profesional ya que el mismo normalmente no funciona tan bien como cuando existe un apoyo profesional asociado.
Muchos son los beneficios para la salud cuando se deja de fumar.