Durante los años 30, 40 y 50 del siglo XX, el cine vivió un fenómeno que atraía a las multitudes al cine: los monstruos. Las películas inspiradas en libros clásicos del del terror como Drácula, de Bram Stoker o Frankenstein de Mary Shelley se adaptaban para la pantalla grande, muchas veces como complemento de otro filme con mayor presupuesto, reconocidos directores y estrellas famosas. Estas últimas eran las llamadas de “Clase A”, en tanto que las de menores recursos, ilustres desconocidos como protagonistas y por lo general de géneros considerados menores -como la ciencia ficción y el terror- se denominaban de “clase B”. Curiosamente, éstas atraían más al público que las superproducciones de los estudios cinematográficos dominantes y sirvieron de plataforma para llevar a la fama a actores como Bela Lugosi o Boris Karloff.
Cinco clásicos del terror para esperar Halloween
Películas de culto, dieron al género características distintivas o innovadoras y están actualmente disponibles en HBO Max, Paramount+ y Disney+
El monstruo de la Laguna Negra, un clásico del cine de terror
Se convirtieron en clásicos e impulsaron, a fuerza de ingenio por la falta de dinero, el desarrollo de los efectos visuales, esenciales en la industria desde sus inicios hasta la actualidad. Su estatus de clásicos se reconoce porque muchos de los títulos más emblemáticos están disponibles actualmente en las plataformas de streaming. Aquí elegimos cinco, para anticipar Halloween con estos filmes que hicieron historia.
Drácula (1931)
"Drácula" de 1931, del director Tod Browning.
Drácula, de Bram Stoker, la novela publicada en 1897, fue una nueva muestra de todo lo que la literatura aporta al cine, en este caso con uno de los personajes que más adaptaciones ha tenido para la pantalla grande, aunque al parecer los vampiros se adelantaron en el séptimo arte a la ficción de Stoker.
Aproximadamente un año antes, Georges Méliès, el mago que con sus “trucos” en la edición creó los primeros efectos visuales, filmó un corto donde también era el protagonista, Le Manoir du Diable, donde un demonio se transformaba en murciélago y de esa forma llegaba a un castillo donde se desarrollaba la acción.
Pero el Drácula de 1931, del director Tod Browning, se basaba en el libro de Stoker y es para muchos el inicio oficial del cine de este género. La elección de su protagonista, el húngaro Bela Lugosi, le dio al terror su primera súper estrella. Su particular acento y su mirada hipnótica lo consagraron en este rol, aunque ya había tenido una carrera exitosa en el teatro.
El papel que le dio la gloria lo consumió a tal punto, que pidió ser enterrado vestido como Drácula. Su ascenso y caída en el mundo del espectáculo fueron tan trágicos, que Leonardo DiCaprio ha anunciado que producirá una biopic sobre la vida y carrera de este legendario actor. Drácula, de Tod Browning, está disponible en HBO Max.
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Frankenstein (1931)
Frankestein, estrenada en 1931.
Bela Lugosi permitió que Boris Karloff, protagonista de este filme de James Whale, se convirtiese en su eterno rival en el terror al rechazar este papel porque no tenía ni una sola línea de diálogo y su rostro quedaba oculto bajo el maquillaje. Fue un error que Karloff supo aprovechar como el puntapié inicial de una exitosa carrera, secuelas incluidas (La novia de Frankenstein de 1935 y El hijo de Frankenstein de 1939). Con Bela Lugosi terminaría trabajando luego, por ejemplo en las adaptaciones de los cuentos de Edgar Allan Poe, El gato negro (1934) y El Cuervo (1935).
Si bien Frankenstein se basaba en el libro de Mary Shelley, el filme cristalizó la adaptación de la obra de teatro de Peggy Webling y encontró en Karloff a un actor entregado a su personaje a tal punto que se sometía a muchas horas en la sala de maquillaje de Jack Pierce, llevaba un traje sumamente incómodo y unos zapatos de plataforma que le produjeron lesiones en la espalda que padeció hasta el fin de sus días.
Boris Karlofff coincidió nuevamente con el maquillador Jack Pierce en la creación de otro de sus más memorables personajes, La momia (Karl Freund, 1932), donde el maquillador demoraba más de 8 horas en convertir al actor en el muerto viviente Imhotep Frankenstein, La novia de Frankenstein, El hijo de Frankenstein y La momia están disponibles en HBO Max.
Trailer de Frankenstein, de James Whale
El monstruo de la Laguna Negra (1954)
El monstruo de la Laguna Negra, estrenada en 1954.
Esta película fue dirigida por Jack Arnold, que en la década de 1950 dio al cine una serie de criaturas temibles que lo consagraron como un gran director del género fantástico, a pesar de mostrar su versatilidad en otro tipo de producciones.
El monstruo de la Laguna negra, con Julie Adams y Richard Carlson traía un personaje completamente original en el cine clase B. No surgía de mitos milenarios, como el vampiro, ni de experimentos fallidos, como Frankenstein o catástrofes causadas por el ser humano, como Godzilla.
Era una criatura que había vivido tranquilamente en la selva amazónica hasta que su paz era perturbada por una expedición científica, integrada entre otros por la bella Kay (Julie Adams) de la cual el monstruo se enamora. Una de las escenas más conmovedoras del filme es aquella donde se ve a Kat nadando y varios metros bajo el agua el monstruo la sigue, sin atreverse a acercarse demasiado o tocarla. Esa escena inspiró algunas de las secuencias acuáticas de Tiburón, de Steven Spielberg (1975) y la criatura, de aspecto humanoide y con branquias, fue homenajeada en el filme La forma del agua, de Guillermo del Toro (2017). El monstruo de la laguna negra está disponible en HBO Max.
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El bebé de Rosemary (1968)
El bebé de Rosemary, película de Roman Polanski.
Dirigida por Roman Polanski, fue precursora en transgredir la figura de la mujer embarazada, romantizada hasta ese momento. Desde el inicio de su embarazo, Rosemary Woodhouse (Mia Farrow) sospecha que algo no anda bien en su cuerpo y a medida que sus dudas aumentan, como espectadores no sabemos si realmente algo siniestro sucede a su alrededor o si su salud mental es lo que se está quebrando.
Polanski lleva la incertidumbre al extremo, hasta la memorable escena final, con el corolario de la inquietante música compuesta por Krzysztof Komeda, cuya muerte, tras caer a un barranco pocos meses después del estreno del filme, creó la base de la leyenda de que esta era una película maldita.
El edificio que se muestra en el inicio del filme es el mítico Dakota, en donde se cree que por un tiempo vivió Aleister Crowley, considerado brujo, de quien se afirma que realizaba rituales de magia negra en el lugar. Es decir que su fama de “edificio maldito” precedía a la realización del filme. Años más tarde, en 1980, fue en su entrada donde David Chapman asesinó a John Lennon.
Pero ningún rumor de maldición fue más fuerte -ni descabellado- que aquellos que relacionaron la trágica muerte de Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, al año siguiente. Estaba cursando las dos semanas finales de su embarazo y el 9 de agosto fue brutalmente asesinada en su residencia de Los Angeles junto a sus amigos Jay Sebring, Wojciech Frykowski y Abigail Folger. Hubo una quinta víctima, Steven Parent, todos asesinados por seguidores de Charles Manson.
Muchos afirmaban -y la prensa se beneficiaba con ello- que el director Roman Polanski, con El bebé de Rosemary había despertado fuerzas oscuras que terminaron por castigarlo. Un rumor que contribuyó a crear la fama de la “maldición de Rosemary”, más allá de que se convirtió en un hito del cine de terror psicológico y sobrenatural. El bebé de Rosemary está disponible en Paramount+.
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La mosca (1986)
La mosca, película estrenada en 1986.
Con el antecedente de La mosca de la cabeza blanca (Kurt Neumann, 1958), el director David Cronenberg realizó la remake del clásico del cine B con una impactante y repulsiva versión. Seth Brundle (Jeff Goldblum) es un científico que ha creado un sistema con dos cabinas que permiten la teletransportación. En un principio experimenta con animales y luego con él mismo. En uno de los ensayos, Brundle ingresa a la cabina sin advertir que también ha entrado una mosca, con la cual fusiona su ADN y que lentamente va transformando su cuerpo.
La historia se basaba en relato homónimo del escritor francés George Langelaan, la base del filme de Kurt Neumann de 1958, con el protagónico de Vincent Price y de tal popularidad que décadas después incluso fue parodiado en un capítulo de Los Simpson.
Los Simpson parodiando La Mosca.
La versión de Cronenberg mostraba la lenta transformación de Brundle, seguida desde cerca por su novia (Geena Davis), quien aporta una mirada compasiva ante el hombre que va desapareciendo para ir convirtiéndose en mosca, incluso en la manera en que puede que alimentarse, disolviendo la comida con su saliva.
El resultado fue un filme profundamente perturbador, a pesar de que Cronenberg eliminó varias escenas, como la fusión entre un mono y un gato que en las proyecciones al público, antes del estreno, había causado náuseas a muchos espectadores. La mosca está disponible en Disney+.
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