Este lunes San Rafael estará de festejo. Erróneamente se lo suele llamar el "aniversario", cuando en realidad se trata del Patrono, una fecha de carácter religioso. El verdadero aniversario es el 2 de abril, ya que en 1805 se fundó el fuerte. Por ignorancia o mala costumbre, esa fecha nos pasa inadvertida.

Más allá de eso, aprovechando esta fecha departamental donde incluso es asueto municipal, es buen momento para frenar y preguntarse: ¿Qué San Rafael queremos en el futuro? ¿Hacia dónde se debe trabajar?

La gran obra pedida por muchos sectores es el paso Las Leñas, que además de ser algo a futuro (siendo muy optimista diría 10 años mínimo -y ese tiempo sería fabuloso-) no será por sí solo el "envión" que necesita el departamento. Será muy importante, pero hay que incluir a todos los sectores de la economía que hacen crecer a un departamento. Se necesita definir qué matriz productiva queremos, ya que el agro, tradicional bastión de nuestra economía, cada año se ve más reducido en su producción por problemas como el precio y las ya consabidas tormentas y heladas. No se trata de abandonar nuestras tierras, hay que hacer algo para recuperarlas y sobre todo a su rentabilidad.

Y no olvidemos las industrias, porque ya no somos lo que éramos, el paso del tiempo nos ha ido dejando menos fábricas e industrias y de las que quedan, varias sufren severos problemas económicos hace años. Hay que realizar un verdadero plan productivo para definir a qué cultivo apostar y cuáles ya no valen la pena. Tal vez algunos no tradicionales merezcan algunas fichas.

Y después el turismo, que desde hace más de 20 años da frutos en esta región pero que también necesita renovarse, adaptarse a los tiempos y desarrollarse para que los visitantes vuelvan. Hay que apostar a la calidad, diversificar la oferta y atraer turistas de otros lugares, incluso del exterior. Y no nos olvidemos que en los últimos años el sector privado está generando poco empleo, que muchos pasaron al Estado. No es el camino correcto taparse la cabeza y descubrirse los pies. Pensemos entre todos, sobre todo nuestros dirigentes, qué San Rafael queremos para el futuro.

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