San Rafael Florencia Peralta
El hombre que había encontrado el teléfono de la víctima quedó totalmente desvinculado de la causa que investiga la muerte de la mujer policía. Estuvo detenido más de un año y medio, primero en la cárcel y después con prisión domiciliaria.

La Justicia dictaminó que Gassimou Barry no tiene nada que ver con el crimen de Florencia Peralta

Por UNO

En una audiencia realizada este miércoles a la mañana el juez Sergio Gustavo González dictó el sobreseimiento de Gassimou Barry en la causa que investiga el crimen de Florencia Peralta.

El hombre oriundo de la República de Guinea que había encontrado en una acequia de la Catedral el teléfono de la policía asesinada se le levantó la imputación doble que pesaba sobre él (homicidio agravado y encubrimiento agravado) y recuperó definitivamente la libertad.

Estuvo detenido un año y siete meses, primero en la Cárcel de San Rafael y luego en prisión domiciliaria con tobillera electrónica en una casa prestada por el abogado Guillermo Rubio, activo militante de los derechos humanos.

El abogado oficial Jorge Vitali, defensor del africano, pidió el sobreseimiento teniendo en cuenta que no había elementos de prueba para vincularlo al homicidio de Florencia ni a un encubrimiento, postura que compartió el fiscal Mauricio Romano.

"Gassimou tuvo la mala suerte de encontrarse el celular, y tuvo la mala suerte de ser negro, de ser pobre y ser extranjero", manifestó Rubio a UNO San Rafael, quien viene sosteniendo que sólo de esa forma se entiende que haya estado tanto tiempo detenido.

Barry se fue de San Rafael en la tarde del miércoles con el objetivo de recuperar su vida habitual.

Más de un año y medio detenido

Gassimou Barry fue detenido el 2 de agosto de 2017 en la ciudad de Rosario luego de que se detectara la activación del teléfono de Florencia Peralta, aparato que hasta ese momento permanecía desaparecido, pese a haber pasado casi un año de su homicidio (ocurrió el 13 de setiembre del 2016)

De ahí fue traído a San Rafael donde lo imputaron por encubrimiento agravado y alternativamente de homicidio agravado.

Unos días estuvo alojado en un calabozo de la Comisaría 32 y luego fue enviado a la Cárcel de San Rafael. A mediados de setiembre de 2017 se le dictó la prisión domiciliaria.

En su declaración judicial aseguró que encontró el teléfono en una acequia de calle Pellegrini, en la zona de la Catedral, el 14 de setiembre de 2016 (un día después del crimen).

Contó que había estado tres días en San Rafael para realizar venta ambulante pero al cuarto decidió volverse a la ciudad de Mendoza porque las ventas le fueron mal y encima la Municipalidad le decomisó la mercadería.

Al pasar por la Catedral tomó el celular, en la terminal le colocó un chip que compró en el lugar y descartó el original, luego le quiso regalar el teléfono a su novia pero ésta no lo aceptó porque estaba enojado con él, y entonces lo terminó vendiendo a los pocos días.

Esta activación quedó registrada en las antenas y once meses esta situación hizo que lo detuvieran.

Actualmente en la causa sólo queda vinculado Damián Ortega, ex pareja de Florencia, acusado de "homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género". Estuvo dos años en la cárcel y desde el 25 de setiembre de 2018 cumple prisión domiciliaria a la espera del juicio.

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