Son un total de 29 chicos los que la Dinaf retiró, con orden de una jueza de Familia, de los hogares pertenecientes al Verbo Encargado tras haber detectado maltratos que, según la titular del organismo, Vanina Barone, eran duchas frías y golpes como formas de castigos.
Actualmente se encuentran en residencias oficiales con la contención necesaria, aseguraron las autoridades.
El conflicto comenzó cuando "niños albergados en uno de los hogares refieren situaciones de malos tratos que exceden la normal tolerancia", por lo que "se decide realizar la denuncia penal correspondiente para que sea la Justicia la que determine si hay un hecho delictivo o no", explicó a Canal 6 la delegada sur del organismo provincial, Romina Giraudo.
De todos modos, la Dinaf decidió intervenir "para resguardar los derechos de los niños" y se reunieron con representantes de la congregación para ver cómo seguir funcionando, ya que el ente oficial tenía un convenio con la congregación para el cuidado de menores judicializados.
La funcionaria contó que iban con la intención de sacar a los chicos de allí, pero "desde la congregación se nos propone excluir a las religiosas que estaban señaladas como posibles maltratadoras e incluir personal nuestro en el hogar a los fines de colaborar con el funcionamiento diario, es decir cuidado de niños, quehaceres domésticos y todo lo que implica la vida diaria de una casa".
Este cuidado compartido duró unos diez días porque surgieron dudas respecto a cuáles eran las competencias de los operadores de la Dinaf y de las de las religiosas, y se generaban discrepancias entre las partes.
Entonces, añadió Giraudo, "se hizo una segunda reunión para seguir acordando pautas de trabajo y líneas de manejo en cuanto al albergue de los niños. Mantuvimos una reunión en muy buenos términos, coordinamos distintas cuestiones que hacen a lo diario, como por ejemplo quién le daba la medicación a un niño o quien hacía la comida".
La funcionaria aseguró que se llegó a un segundo acuerdo sin inconvenientes, pero al día siguiente "de manera abrupta" la congregación le notificó su decisión de rescindir el convenio con la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia.
Relación rota
Giraudo explicó que "al rescindir el convenio, la Dinaf se queda sin vínculo jurídico para mantener a los niños albergados en un hogar (externo). Ante esta decisión, sí o sí tenemos que sacar a los niños y albergarlos en los hogares propios".
Eso llevó a que el viernes pasado tuvieran que retirar a los 29 chicos bajo tutela de la Dinaf de los hogares del Verbo Encarnado.
Dijo que fue duro porque de un día para otro hubo que explicarles a los niños que iban a cambiar de hogar y además se encontraron con la resistencia de las monjas. "El panorama no fue el más alentador porque no querían entregar a los pequeños".
Actualmente, "los chicos están albergados en las residencias de la Dinaf, tienen todas sus necesidades satisfechas, hacen actividades recreativas, están siendo contenidos, los equipos técnicos están trabajando con ellos y se está iniciado el proceso para trabajar con las familias. Lo que pasa es que todo se dio de una manera abrupta, entonces nos está llevando algunos días ordenarnos por temas de visitas y demás", concluyó Giraudo.