Accidentes de tránsito, secuestros, violaciones, desastres naturales o robos violentos son algunos de los hechos que pueden generar estrés postraumático (EP), un trastorno de ansiedad que aparece después de vivir una situación estresante, para lo que la especialista israelí Edna Foa, que visitará por primera vez Latinoamérica, propone el "tratamiento de exposición prolongada", que ayuda a combatirlo. "Si bien hay varios tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno por EP, la terapia de exposición es el que cuenta con más evidencia empírica y mejores resultados. Cuenta en primer lugar con un componente educativo en el que nos detenemos mucho tiempo y que consiste en enseñarle al paciente cuáles son las reacciones más comunes después de un trauma", señaló a Télam Foa. La también directora del Centro de tratamiento y estudio de la ansiedad de la Universidad de Pensilvania dará por primera vez una charla gratuita y abierta en Argentina sobre EP el próximo lunes 4 de abril a las 18 en la Sociedad Científica Argentina, avenida Santa Fe 1145, que también podrá seguirse por Internet en el sitio http://www.foaenargentina.com. Foa, quien dará además un curso intensivo sobre el tratamiento de EP a profesionales de la salud mental -que se realizará del 5 al 8 de abril en el hotel Four Seasons-, explicó que luego de la parte educativa se busca "normalizar la aparición de los síntomas en el paciente, enseñándole que ellos reviven aspectos del trauma (flashbacks), así como las pesadillas se deben al trastorno por EP y no a que se están volviendo locos". "Los componentes principales del tratamiento son por un lado revisar los recuerdos del trauma (exposición imaginal), en donde le pedimos a los pacientes que cierren sus ojos y cuenten el trauma en detalle en tiempo presente, no sólo qué sucedió sino también qué pensaron y sintieron en ese momento", señaló. Mientras tanto "se graba la narrativa del trauma y luego se pide a los pacientes que escuchen la grabación en su casa para que adopten una perspectiva diferente, de modo que si se sentían culpables o sentían vergüenza acerca de lo que pasó puedan ver que no fue su culpa y percibir que fue algo que sucedió en el pasado y que no tienen que tener miedo, porque los recuerdos no son peligrosos", continuó. "El otro componente del tratamiento es lo que llamamos la 'exposición en la realidad' o 'exposición en vivo': la gente con trastorno por EP tiende a evitar situaciones que les recuerdan el trauma, de modo que su vida se vuelve cada vez más limitada con el paso del tiempo. Por ejemplo, una persona víctima de violación evita salir de noche incluso a lugares seguros dado que la violación ocurrió de noche", graficó. Pero a veces se evitan situaciones "no porque se consideren peligrosas, sino porque no quieren vivir algo que les recuerde el trauma, de modo que evitan mirar televisión por miedo a que se mencione algo relacionado con una violación, o no escuchan la música que sonaba en ese momento, o evitan las multitudes por miedo a perder el control", apuntó. "Entonces hacemos un listado de las situaciones que se están evitando y las ordenamos desde las más fáciles a las más difíciles, con el objetivo de ayudarlos a volver a vivir la vida que tenían antes del trauma", completó la reconocida experta mundial. Por su parte Rafael Kichic, jefe de la Clínica de Ansiedad y Trauma del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), explicó a Télam que no todas las personas expuestas a traumas desarrollan EP, y que aquellos que lo sufren son "los que más evitan hablar o pensar en ellos". "Estar en guardia permanente se vuelve algo frecuente si la persona sufrió una agresión física o sexual, y le cuesta confiar en los demás porque siente que cualquiera puede hacerle daño en cualquier momento", indicó. "Además, si la persona luchó, gritó o pidió auxilio y no pudo evitar que la agredieran muchas veces dichas conductas son percibidas como una señal de debilidad o incapacidad de defenderse", agregó en diálogo con esta agencia. Kichic comentó que el tratamiento propuesto por Foa fue adoptado por el Departamento de Veteranos de Guerra de Estados Unidos, que entrenó a sus terapeutas en cientos de hospitales y sistemas de internación para que lo ofrezcan, así como por el gobierno japonés, que lo utiliza para tratar víctimas de traumas civiles como violencia de género, secuestros, golpizas o entraderas. "Esperemos que algún día nuestras autoridades imiten esas iniciativas y comprendan que para modernizar el sistema de salud es necesario formar recursos humanos de excelencia en terapias que hayan demostrado ser eficaces", consideró el experto.
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La también directora del Centro de tratamiento y estudio de la ansiedad de la Universidad de Pensilvania dará por primera vez una charla gratuita y abierta en Argentina.