El filme cuenta la historia de Juan, un niño que regresa de Cuba con sus padres en 1979, adonde habían escapado luego del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 para una probable contraofensiva, y debe vivir con ellos en forma clandestina, incluso con otro nombre, Ernesto, tener sus primeras experiencias camino a la adolescencia en medio de ese mundo extraño donde debe actuar otro papel, con padres comprometidos en la militancia armada, y en medio de un mundo con mucho silencio y soledad.
A Oreiro le corresponde el papel de Charo, la madre de este niño que de alguna forma es el alter ego del director Benjamín Avila, mientras que Ernesto Alterio hace el papel de su tío Beto, al también uruguayo César Troncoso el de su padre y a Cristina Banegas el de su abuela materna.
Oreiro que viene llevando adelante una carrera en cine con la que prologó el nacimiento de su primer hijo Merlín Atahualpa, en matrimonio con el músico y cantante Ricardo Mollo, ha sido figura central de filmes como “Francia”, de Israel Caetano, “Miss Tacuarembó”, de Martín Sastre y ahora el de Avila.
En televisión, antes del nacimiento protagonizó la miniserie colombiana “Lynch”, de la que ahora mismo termina el rodaje de la segunda parte, y precisamente en un descanso de esa aventura donde no faltan escenas de acción de incluso disparos, conversó con Télam acerca del personaje imaginado por Avila.
“El papel de Charo es el más complejo y dramático que me toco interpretar antes del de “Wacolda” de Lucia Puenzo en donde también compongo un personaje intenso y dramático, y creo que es para mí como actriz un crecimiento importante y de mucha verdad”, dijo la actriz en diálogo telefónico con Télam.
“Es singular porque es una madre contundente en sus ideales. Por momentos pareciera imponer su lealtad ideológica por delante de sus sentimientos maternales, pero a la vez este hecho es todo lo contrario porque está convencida de que la lucha es para y por ellos sus hijos y su futuro de libertad”, asegura.
Según la actriz, Charo, su personaje “...es estricta pero tierna y contenedora. Como decía el Che hay que endurecerse pero con ternura”.
-¿Qué fue lo que realmente te atrajo de la historia?
-Del guión me atrapó la historia, lo bien narrada que estaba, que era una película enclavada en el 79 , pero con una visión completamente diferente de las otras películas que había visto acerca de la dictadura, porque esta traspasa lo histórico y la convierte en universal.
Esta relación del público con el film pude comprobarla en el Festival de Cannes con público internacional. Es una película conmovedora, que no tiene golpes bajos aunque es dramática y donde la violencia esta inteligentemente fuera de campo o contada a través de ilustraciones geniales.
-¿Por todas estas cosas, cómo viviste el rodaje?
-El rodaje fue muy intenso y de mucha entrega por parte de todo el equipo, el hecho de estar contando algo que es parte de la infancia del director nos colocaba en un lugar de mucha emoción y respeto.
-Y cuando terminabas cada día, ¿te costaba salir de la historia?
-Fue la única película en la que me resultaba muy difícil despegarme de las emociones vividas durante el día de rodaje...Regresaba a casa y me largaba a llorar...Todavía hoy cuando veo la película siento lo mismo.
-¿Cómo sentías el compromiso de componer a quién representa a la madre del cineasta?
-El desafío como actriz era despegarme de lo que sabemos que sucedió para situarnos en lo que esta familia estaba viviendo. Esto nos llevo a todos los actores a prepararnos tanto física como intelectualmente, con textos, vídeos y hasta entrenamiento con armas.
-¿Cómo fue tu relación con Avila?
-Benjamín es hoy un gran amigo, siento que desde mi pequeño lugar colabore para que el pudiera exorcizar parte de lo que le toco vivir y el resultado es una hermosa y contundente película. Es un gran director de actores, y a la vez te da una libertad infinita.
-¿Y con el resto del elenco?
-Siempre admire el trabajo de Cristina (Banegas) es para mi un gran referente; soy fan de César Troncoso desde que vi “El baño del papa”, Y Ernesto (Alterio) resulto ser además de un tremendo actor... ¡adoro al tío Beto!... un compañero muy divertido. (Télam)