La comuna, epicentro político

Un cambio desconocido en Ruta 7 y el aliento a alcohol que incendió la política de Guaymallén

Datos desconocidos de los cambios a la Ruta 7, las reuniones que destrabaron la obra y qué viene en el Acceso Este de Guaymallén. Por qué Miqueas Burgoa puede zafar

La Ruta 7 se va a desafectar de la Nación y va a cambiar un poco más de lo que se sabe hasta el momento. Directamente, la “nueva” Ruta 7 sería la que tome la variante Palmira en San Martín y llegue hasta Agrelo, dejando el corredor sin interrupciones. El tramo entre San Roque y el centro de Mendoza, el Acceso, pasaría a ser ruta provincial.

Al menos así es el plan que están estudiando funcionarios de la provincia, aunque el dato pasó desapercibido en la semana y resta que Nación termine de definirlo. Algunos esperaban ese cambio en el mismo anuncio, pero no hay cosas que se definirán más adelante.

El pase de manos de las rutas fue resultado de cuatro meses de gestiones del equipo de Natalio Mema en Buenos Aires, que se destrabó en parte gracias a la llegada del mendocino Luis Pierrini a Transporte; pero también -la parte que corresponde a Guaymallén y modifica el Acceso Este- es fruto del proyecto de Calvente, que empezó a trabajarlo un año y medio atrás tras una reunión con Guillermo Amstutz, entonces titular de Vialidad en Mendoza.

En Guaymallén, la dupla del secretario de Obras Ramiro García y el arquitecto de planta de la municipalidad Sergio Nicastro acompañó, pero el proyecto es más que nada de intendencia. Hace 30 años que no se hace una obra de esa envergadura al Acceso y arde el deseo de que el jefe comunal le pueda poner su sello y cara a un proyecto tan importante.

Calvente la remó desde febrero de 2024: tuvo varias reuniones él mismo con Nación; sobre todo con la gerente de Planeamiento y Concesiones de Rutas Argentinas, Emma Albrieu, una funcionaria que fue nombrada en el gobierno de Alberto Fernández, cuando Katopodis estaba en Obras Públicas. Es también la presidenta de la Asociación Argentina de Carreteras.

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Cornejo firmó el convenio en Buenos Aires este miércoles.

Cornejo firmó el convenio en Buenos Aires este miércoles.

La ley que todavía falta y reunión por los peajes en Guaymallén

Hay un limitante para arrancar con los peajes: Javier Milei tiene que emitir un decreto que diga que Mendoza puede colocarlos sobre esas rutas concesionadas, y eso pasaría recién en la segunda parte del año. Cerca de Cornejo, al principio esperaban que saliera todo junto: concesión y chance de poner los peajes. Les avisaron que iba a demorar demasiado y que mejor hacerlo así. Expedito.

De todos modos no habrá peajes nuevos en Mendoza al menos por 36 meses. Es el plazo mínimo que se puso Gobierno para la obra. “Antes de que estén finalizadas, Cornejo pidió que no se arranque a cobrar en ningún lado”, repiten en el Ministerio de Gobierno. Eso significa, a priori, que el sancarlino no los verá como gobernador.

Sí hay reuniones para ir estudiando cómo se pondrán y cuánto cobrar en cada zona. Uno de esos encuentros fue el viernes a la tarde, ya con los papeles firmados: se habló de los tiempos de adaptación que tendrán los pórticos que toman las fotos para cobrar peajes.

No fue lo único: también empezaron a afinar datos. Por ejemplo, el Ejecutivo era optimista con ciertos gastos de mantenimiento y se dio cuenta de que van a ser más elevados de lo que tenían calculado. La corrección surgió de ese intercambio.

En Guaymallén, y a partir de ese plan, están pensados los cambios más fuertes del proyecto de nuevas concesiones, con tres nuevos pasos a nivel: que calles Urquiza y Avellaneda pasen por debajo del Acceso como ocurre en Arenales, por ejemplo. Mientras lo hacen habrá que desviar 120 mil autos diarios.

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El Acceso Este será el más afectado por los cambios que pretende hacer Provincia.

El Acceso Este será el más afectado por los cambios que pretende hacer Provincia.

Guaymallén: el caso Burgoa y alcohol al volante

Pero el desvío más impactante de la semana fue el del Fiat Cronos negro que conducía Miqueas Burgoa. Es sabido: al concejal de la UCR falange marcelinista lo encontró un móvil policial con 1,2 gramos de alcohol en sangre. Habían arrancado la noche en la paella radical -clásico alvearense antes del Día de la Ganadería-, pero varias fuentes dicen que aquello terminó a la 1. El control policial los frenó a las 5.20.

El asunto también tiene que ver con Guaymallén; que por esto, por el anuncio en las rutas y por un encuentro libertario de Hebe Casado fue el epicentro político de la semana. Burgoa, edil de esa comuna, había tomado espumante y vino tinto antes de que la pipeta lo encontrara. El de la paella era todo Finca Gabriel. Blanco y tinto.

Burgoa afirma que tras el encuentro radical no fueron a ningún boliche. Varios sí se fueron a un quincho conocido en Alvear Oeste; algo que habría terminado cerca de las 3 de la mañana. En su defensa, asegura que no la siguieron en ningún lado. Lo cierto es que antes de las seis, los cuatro ocupantes estaban en la comisaría 46 de Bowen. El concejal, en patrullero.

El sábado a las 8 la gente de Comunicación de Alvear subió el parte de los aprehendidos por alcohol al volante y otros hechos similares. Pusieron una foto del auto negro y todo, pero se enteraron recién horas después de que se trataba de gente con la que habían estado hasta hacía horas.

El acta dice que hubo “chapeo”, pero de los otros ocupantes del vehículo. Fuentes cercanas a los policías que actuaron afirman que también mintieron respecto a que el auto era oficial, para que no se lo llevaran. ¿Ha bebido? Sí, agente; les dijo Burgoa de entrada desde el asiento del conductor.

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Burgoa todavía tiene una estrategia para intentar resistir en el concejo.

Burgoa todavía tiene una estrategia para intentar resistir en el concejo.

¿Zafa Burgoa?

Calvente y el edil se mensajearon el miércoles a la tarde, justo el Día de Guaymallén. Tras los festejos, Burgoa fue convocado a una charla privada. Subió al quinto piso de la municipalidad cerca de las seis de la tarde. Le reclamó al intendente que hubieran tirado a la parrilla a “un militante, un funcionario y un dirigente”. Además de arrepentido, estaba dolido de que le hubieran dado con munición gruesa, como si fuera un opositor.

¿Acaso no lo es?, preguntan en el riñón oficialista, recordándole que levantó la mano para mantener a Verónica Cancela –ex nuera de Marcelino- como presidenta del Concejo, cuando Calvente quería a la concejala Juana Allende en ese lugar. En la reunión, que fue calma, Burgoa le dijo al jefe político que sí había pensado en renunciar, pero que al final no iba a hacerlo.

Porque lo forrearon y politizaron, aportó un cercano. Cornejo felicitó al intendente en público. En privado también hablaron: le dijo que el muchacho debería dimitir. Hasta le recordó el asunto con Jorge Teves, marcan de adentro. Fue casi igual sólo que Teves sí manejaba un vehículo oficial y dirigía Movilidad Provincial. Renunció después de once días de incertidumbre.

El jueves votarán la admisión al pedido para sacarlo del concejo. “La resistencia” asegura que tiene los votos para zafar; pero no se sabe dónde los cuenta: aunque de los 8 concejales de Cambia Mendoza cinco sean más bien marcelinistas, es difícil que salten a defender si ya el propio gobernador salió a pegarle en público. “Es un mal ejemplo”, dijo Cornejo.

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Allende, una de las piezas con las que cuenta Calvente. Es la vice de la Juventud Radical a nivel nacional.

Allende, una de las piezas con las que cuenta Calvente. Es la vice de la Juventud Radical a nivel nacional.

La dirigente que ya asoma si bajan a Miqueas Burgoa

Los que tienen chances de que entre uno de los suyos son los de Libres del Sur. Si se va el edil cuestionado, la que sigue en la lista es Alejandra Rojas, funcionaria de Desarrollo Social de la municipalidad, que tiene su área de influencia en el barrio San Jorge, a sólo diez cuadras del Lihué, de donde es oriundo Burgoa. Lo que sí, no se sabe si podría sesionar mucho: está embarazada de siete meses y esa banca se vence este año.

El joven concejal siente que quedó en medio de la guerra fría entre Calvente y Marcelino. Y es cierto, pero primero hizo sus méritos para que le apuntaran los flashes. “Hay que resistir la epicrisis de este domingo (por las notas de los diarios) y las dos sesiones que vienen”, le dijo un funcionario amigo. Pero tal vez ni así.

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El complicado concejo de Guaymallén, ahora tiene doble trabajo para las próximas semanas.

El complicado concejo de Guaymallén, ahora tiene doble trabajo para las próximas semanas.

Es que más allá de la interna amarga entre Marcelino y su sucesor, Guaymallén es un botín político impresionante. La fuerza de otros opositores y la cercanía de las elecciones también espesan el ambiente. No es gratis un escándalo así en el padrón de votantes más grande de todo Mendoza.

Para muestras de ese lugar central, sobra este dato: de todos los gobernadores de la democracia, sólo Roberto Iglesias ganó la gobernación sin haberse quedado con Guaymallén.

“Puede haber cien mil urnas, pero las de acá deciden quién se sienta en el Sillón de San Martín”, se agrandan.