Los dólares del colchón y la adhesión del gobierno mendocino a esa norma prolavado quedaron en el medio del desaire del ministro al gobernador, quien aún no decidió qué hará
Cristina Kirchner y Luis Petri hicieron jugadas que sorprendieron a Axel Kicillof y Alfredo Corneo.
Cómo se están pareciendo algunas cosas en la Argentina. Sobre todo muchas con protagonistas que parecerían en las antípodas.
Luis Petri clavó una jugada riesgosa al parársele de manos a Alfredo Cornejo, convirtiendo su ausencia y la de los suyos en el congreso radical en una de las noticias de la semana que pasó. Lejos de la foto de unidad que soñó el gobernador ese día.
Cristina Kirchner se adelantó a la estrategia del gobernador bonaerense Axel Kicillof para las elecciones provinciales de septiembre y anunció en un estudio de TV que será candidata a diputada provincial por la sección electoral (distrito electoral para los mendocinos) que es la madre de todas las batallas por representar casi el 15% del padrón total del país: La Matanza y sus alrededores populosos.
Ese número de esa sola sección bonaerense triplica la cantidad de electores que tiene Mendoza, duplica a la Ciudad de Buenos Aires y supera por casi dos millones a Córdoba y Santa Fe. O sea que al momento de contar los votos es más importante que todas las provincias relevantes electoralmente.
El gobernador Kicillof, incómodo, no tuvo otra opción que agarrar el teléfono y hablar con la expresidenta. Hasta donde se sabe, Cornejo y Petri no volvieron a hablar en estos días después de su entrevero.
¿Luis Petri se mandó solo a romper o se lo pidieron los suyos? Quienes son “los suyos”: ¿los radicales que lo siguen en Mendoza o los integrantes de La Libertad Avanza que siguen la política desde Buenos Aires?
¿Cristina Kirchner se mandó sola a romper o se lo pidieron los suyos? Quienes son “los suyos”: ¿los peronistas que la siguen o los integrantes de La Cámpora que siguen la política desde la provincia de Buenos Aires?
Cornejo estalló de furia cuando supo que finalmente los petristas no serían parte del encuentro radical y se pasó todo el fin de semana haciendo averiguaciones para saber quién o quiénes habían mandado al ministro a horadar el congreso partidario.
Las informaciones lo llevaron a lo más alto del poder político del país. Muchos ojos se posaron sobre la figura de Karina Milei, una operadora política de poca verba pero cada vez más avezada en la rosca propia de la casta política argentina.
“A no ser que te den el 50 % de todo, rompé”, le habría recomendado la secretaria general de la Presidencia al ministro de Defensa.
Por eso quizás la idea de la mesa chica de cuatro personas que propuso Petri para definir las candidaturas, una propuesta que fue tomada como un chiste por el elenco cornejista. Y pensar que se insinúan socios para las elecciones legislativas de octubre.
Particular la posición de Petri que barruntaba una jugada contundente por parte del cornejismo que le haría caer todos los votos del congreso encima y a la vez sigue los designios del jefe político del gobierno nacional, o más bien los de su hermana todopoderosa.
Lo mejor de todo, o lo peor para otros, es que el bochín está cerca en ambas sociedades políticas: la de Petri y la de Cristina, la de Cornejo y la de Kicillof.
Los dólares del colchón y la adhesión del gobierno mendocino a esa norma pro lavado quedaron en el medio del desaire del ministro al gobernador, quien aún no decidió qué hará.
Si bien desde el gobierno mendocino argumentaron que esperarán por “la letra chica del convenio” que propone el presidente Javier Milei, y más allá del beneficio que podría traerle a Mendoza por ser Ganancias un impuesto coparticipable, no puede dejar de observarse el momento de tensión generado luego del desplante a Cornejo.
Ese intercambio de información entre la ex AFIP y los organismos de recaudación provinciales que impulsa el Régimen Simplificado de Ganancias pensado para que la gente saque sin miedo a chirlos estatales sus dólares “del colchón” deberá esperar a que pasen los nubarrones políticos.
Los otros cuyanos, Claudio Poggi de San Luis y Marcelo Orrego de San Juan, no tuvieron empacho en clavar la firma rápido en la reunión llevada a cabo en Casa Rosada a la que el gobernador Cornejo dijo presente vía remota.
Como si fuese una devolución de gentilezas por el faltazo de Petri a su convocatoria del congreso partidario.