La renuncia de Pura Arrabal será el único impacto negativo en la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza del nuevo mecanismo jubilatorio para jueces que prepara Alberto Fernández.
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Es porque seguirán en sus puestos los demás integrantes del máximo cuerpo judicial para la zona Cuyo: el presidente, Juan Ignacio Pérez Curci, Alfredo Porras, Gustavo Castiñeira de Dios y Manuel Pizarro.
A partir de la salida de Arrabal, concretada el 27 de febrero y publicada este martes en el Boletín Oficial, en el argot tribunalicio comenzaron las especulaciones acerca de qué pasaría con los otros cinco jueces.
Todas las miradas apuntaron a Alfredo Porras porque tiene 70 años y porque en diciembre entregó la presidencia de la Cámara. Sin embargo, cuando fue consultado acerca de su futuro contestó a Diario UNO: "No me voy a jubilar".
Otro magistrado que está en condiciones de jubilarse es Gustavo Castiñeira de Dios, quien cumplirá 63 años en mayo.
"No, no, de ninguna manera", contestó, enfático, Castiñeira desde el exterior cuando UNO le consultó si tenía previsto renunciar para jubilarse.