Un joven de 18 años que fue atacado por una patota a la salida de un cumpleaños, falleció en la mañana de hoy mientras era sometido a una intervención quirúrgica por causa de las heridas recibidas durante la agresión.
Hasta tanto se realice la necropsia, se estima que el puntazo que recibió Marcos Guajardo debajo de una de sus axilas habría penetrado hasta alcanzar una de las arterias que llegan al corazón.
La policía está tras los rastros de los agresores y están cerca de dar con ellos. El testimonio del amigo de Marcos, un adolescente de 15 años que también fue agredido por los maleantes, es vital para la investigación.
El episodio que terminó en una tragedia ocurrió cerca de las seis de la madrugada en el distrito de Cuadro Nacional.
De acuerdo a los datos aportados por el adolescente que acompañaba a Marcos, mientras caminaban por la plaza unas 10 personas se abalanzaron sobre ellos con malas intenciones y comenzaron las corridas por las calles del distrito sanrafaelino.
Marcos y su amigo lograron llegar a la casa (General Paz al 100) pero antes de abrir la puerta los maleantes les dieron alcance y descargaron contras ellos toda la furia.
Mientras un grupo golpeaba al menor, otros atacaron al joven, lo tiraron al piso y entre los movimientos uno le asestó un puntazo debajo de la axila y después se retiraron.
Con tantos golpes que recibió, el joven Guajardo no se había percatado de la herida en su pecho. Fueron los familiares quienes lo notaron en el instante que entraron a la vivienda y de inmediato solicitaron asistencia médica.
El diagnóstico inicial era traumatismo torácico grave provocado por arma blanca.
“Cuando entró al quirófano estaba bien dentro de las circunstancias, es más iba hablando normalmente y después no sabemos que pasó que murió”, confió una fuente policial allegada al caso.
La muerte de Marcos se produjo a las 8.30 mientras estaba en el quirófano y aunque la hipótesis más fuere es que la hoja de la navaja penetró tan profundo que cortó una arteria, la justicia ordenó que le realicen la necropsia para establecer las causas del deceso.
El caso está calificado como homicidio y quedo en manos del juez Pablo Peñasco, titular del Segundo Juzgado de Instrucción de San Rafael.
