Los delincuentes encerraron a los menores en una de las habitaciones, para luego violentar una caja de seguridad y apoderarse de una importante suma de dinero, en dólares y pesos, además de varios objetos de valor.
Una vez que los asaltantes dejaron la casa, los menores activaron un botón antipánico, para alertar a los vigiladores del complejo.
Los custodios del predio accedieron a la casa y llamaron a la Policía, que realizó una serie de pericias.
Según se supo, las víctimas dijeron que los asaltantes tenían trajes de neoprene, por lo que se sospecha habrían entrado a la casa a través del lago central de Nordelta, que da a los fondos.
El robo comenzó a ser investigado por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro.
Una de las sospechas es que los asaltantes poseían datos sobre los movimientos de la casa y sobre el exclusivo complejo habitacional.
Los investigadores lograron encontrar un bote y una linterna, que se estima pudieron haber sido utilizados en el atraco, sobre los cuales se realizaban pericias para tratar de encontrar rastros de los asaltantes.
Por otro lado, se revisaba el material fílmico de las cámaras de seguridad del complejo y del Municipio de Tigre, ya que se estima que los delincuentes accedieron al complejo a través de uno de los caminos municipales que lo rodean en un vehículo.
Fuente: NA