Jorge Ríos, el jubilado que hace 10 días mató a un ladrón que entró a robar a su casa de Quilmes, dijo este lunes que le "cagaron la vida". Y agregó: "por ellos perdí todo, viven a tres cuadras de mi domicilio, no voy a volver a vivir allí".
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"Ahora la pesadilla es mucho más grande. Esta gente vive a tres cuadras de mi casa, en la villa, ¿qué voy a volver? ¡Ni loco!, ni yo ni mi familia", señaló este lunes por la tarde el herrero de 71 años al canal Todo Noticias (TN).
"Yo ya tomé la decisión que ahí no vuelvo más. Esta gente me cagó la vida de una manera… yo no voy a arrastrar a cinco nietos, tres hijos, los amigos. Perdí todo, perdí mis amistades, mi casa, mi barrio, mi forma de vida", explicó el jubilado, quien durante la entrevista se mostró angustiado y por momentos lloró, acompañado de sus abogados defensores, Marino Cid Aparicio y Fernando Soto.
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Ríos aseguró que él nunca le hizo "daño a nadie", que siempre se consideró "un vecino muy servicial", por lo que toda esta situación es "terrible" para él y toda su familia.
Con respecto al hecho, el jubilado relató que se topó con Franco Moreyra (26), alias "Piolo", adentro de su casa y que se trabó en lucha con él. Cuando luchaba dijo que le gritó: "No te quiero matar, no te quiero tirar, tirate al piso" para que depusiera su actitud.
Luego recordó que en un primer momento él creyó que en vez de un destornillador el asaltante estaba armado con un "cuchillo". "Creí que me clavaba eso en el ojo. Me asusté mucho", señaló el jubilado, quien aún lleva vendas en las heridas que recibió en sus brazos.
Siempre según la explicación de Ríos, tras el forcejeo, a Moreyra ese destornillador se le cayó al piso, al igual que una tarjeta SUBE y un carnet del club Quilmes.
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Después de luchar con el delincuente, Ríos dijo que se volvió "loco" cuando el ladró se trepó por el muro para escapar hacia la casa de su comadre, a quien le comenzó a gritar para advertirle que estaban en su vivienda.
"Desde abajo, cuando pensaba en sacarle el seguro, el seguro ya no estaba, y ahí fue un tiro", sostuvo. Y respecto de la siguiente secuencia cuando él sale a la calle detrás del delincuente, el jubilado dijo que "fue todo tan confuso"
"Ahí se me nubló todo. Se me hace una nebulosa muy jodida en la cabeza", explicó muy angustiado.
Consultado sobre si él llamó a la Policía ya que era la tercera vez en la misma noche que le entraban a robar los mismos delincuentes, Ríos dijo que no lo hizo: "Podría decir que me bloqueé, yo había llamado a mi hijo, quería estar contenido en mi casa".
