"Hemos obtenido un match positivo respecto al autor material del femicidio de Agostina en San Martín", ratificó Gullé en conferencia de prensa.
Caballero tiene antecedentes penales. En 2011 lo condenaron a 5 años por robo agravado con uso de arma y privación ilegítima de la libertad. Cumplió esa pena y hace sólo un mes había quedado involucrado por una denuncia de abuso sexual simple.
Aquí, el video del momento en el que trasladaron al acusado a sede judicial:
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El sospechoso acechaba a Agostina Trigo en Facebook
Además, el sospechoso figuraba entre los contactos que Agostina tenía en Facebook. En esa red la chica había publicado un mensaje en el que decía buscar un empleo. Los pesquisas observaron que este hombre estaba entre su círculo, analizaron su pasado y vieron que tenía antecedentes. Eso lo puso en la mira.
Luego, durante el allanamiento del viernes en el que lo aprehendieron -un operativo cerca de la localidad de Chivilcoy-, surgieron más pistas.
En un papel que le encontraron a Caballero figuraba el celular de ella y al lado se leía: "busca trabajo". Allegados a Agostina conjeturan que el acusado puede no haber sido el único atacante y que podría haber más responsables.
El viernes, se informó que estaba disponible una recompensa de hasta 700.000 pesos para la persona que ofreciera datos que permitieran esclarecer el caso. El dato que destrabó la situación, sin embargo, no llegó por esa vía.
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Agostina Trigo había publicado en Facebook que estaba buscando trabajo.
Un cumpleaños y un femicidio
Carla Agostina Trigo (22) festejó el cumpleaños de su hijo de 4 años el domingo 3 de julio. Alrededor de las 20, le dijo a su familia que "iba y volvía" para realizar "una entrevista laboral". Contó que un camionero quería contratarla como niñera.
Se cree que Agostina se encontró con alguien con quien tenía cierto grado de confianza. Luego esa misma persona -¿u otra?- habría sido quien la agredió con golpes y puntazos.
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El galpón abandonado en el que hallaron el cadáver de Agostina.
Las horas pasaron. La joven fue hallada muerta el miércoles 6 en un galpón abandonado de la localidad de Buen Orden, a unos 25 metros a la vera de la calle Robert, en San Martín. Su cadáver tenía señales de haber sufrido una agresión brutal.
La investigación
La búsqueda de Diego Armando Caballero se realizó de forma coordinada entre la Dirección de Investigaciones y la de Delitos Tecnológicos de la Policía de Mendoza; más la Unidad de Apoyo a la Investigación y el Laboratorio de Genética del Ministerio Público Fiscal.
El fiscal a cargo de la instrucción es Martín Scattareggi. Según trascendió, las tareas comenzaron con el análisis del círculo de Agostina y eso arrojó varios posibles autores del crimen, que se ubicaban en algún punto entre las localidades de Chivilcoy, Buen Orden y Montecaseros (San Martín).
A mediados de semana hubo un aprehendido. Al comparar su perfil con los rastros recabados del cadáver de Agostina, no obstante, no hubo "match", por lo que el sujeto recuperó la libertad.
Entra tanto, se cruzaron los datos de ingresos a las redes sociales, uso de teléfonos e intercambio de mensajes. Y uno de los detalles que habría terminado de complicar a Caballero es que aparentemente en algún momento entró a Facebook desde el perfil de Agostina, lo que encendió las alarmas de los investigadores y disparó una triangulación de señales.
Eso derivó en que se cerrara el cerco sobre Caballero, quien se encontraba en un domicilio ubicado entre Chivilcoy y Buen Orden.
"Allí fuimos para detener a este asesino que se escondía utilizando las redes sociales", comentó el ministro de Seguridad, Raúl Levrino.
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Diego Armando Caballero fue detenido el viernes. Este sábado lo trasladaron a una sede judicial de Ciudad.
Por cuestiones relacionadas con la causa, no se han dado detalles sobre la ocupación de Caballero ni precisiones acerca de sus rutinas. Se sabe, eso sí, que la imputación por femicidio se concretó el viernes y que en la casa donde lo capturaron se secuestraron varios chips telefónicos.
Una vez que se tuvieron las muestras genéticas del imputado, se tardó sólo una hora en saber si coincidían con los restos que se habían hisopado del cadáver de la víctima.
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