Benjamín murió con solo 3 años. Fue duramente castigado en su corta vida y su cuerpo fue encontrado este miércoles tras estar desaparecido un año
Benjamín murió. Tenía apenas 3 años. Murió asesinado por su padre, pero su madre no habría hecho nada para impedirlo. En su corta estadía en este mundo solo conoció una vida de golpes y maltrato. Claramente, no merecía sufrir tanto y tampoco su destino final.
Tras el hallazgo del cuerpo de Benjamín, producido este miércoles, los padres fueron convocados a una audiencia donde se conocieron más detalles de la vida del pequeño y de sus sufrimientos.
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Según el testimonio de su hermanita de 4 años, Benjamín era continuamente castigado por su padre "por hacer las cosas mal". Tenía solo 3 años. Tanto él, como sus hermanos mayores sufrieron de parte de sus padres numerosos castigos físicos y varias veces tuvieron que ser ingresados al hospital. No se entiende la inacción del Estado tucumano. Todo podría haberse evitado.
De hecho, en el 2018, un hermano de Benjamín que tenía solamente 11 meses murió en el hospital. La médica que lo revisó denunció que había marcas de violencia en el pequeño. La pareja siguió su vida como siempre y en el 2020 tuvieron a Benja.
Según el informe de la autopsia sobre el cuerpo de Benjamín, este presentaba fracturas en las costillas y en el fémur izquierdo. Ambas eran de larga data y se encontraban soldadas. En el caso del fémur, todo ocurrió sin atención médica. Benja tenía solo 3 años cuando desapareció, los golpes que le provocaron esas heridas fueron antes.
El día que murió, según contó la hermana, el padre de Benjamín se enojó porque el pequeño no pudo mover un bloque de cemento. Ante esto, el hombre que contaba con varios ingresos a prisión por violencia, le pegó una cachetada tirándolo al piso, y allí le aplastó la cabeza con el mismo bloque, ante la desesperación de sus hermanos.
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Justamente, un bloque de cemento hallado en la casa reaccionó a la prueba luminosa, por lo que investigarán si hay restos biológicos que correspondan a Benjamín.
Tras ser golpeado, el padre sacó el cuerpo en una manta y lo enterró. La madre diría que vio como el hombre entregaba vivo a Benjamín a otra persona que se movía en un automóvil. Esto último sería una más de las mentiras de la madre de Benjamín, Romina, que para no ser acusada llegó a decir que el pequeño no existió nunca.
Fueron las abuelas de Benjamín las que se mantuvieron a la cabeza de la búsqueda. La madre de Romina fue la que se hizo cargo de denunciar la desaparición del pequeño y la de moverse, sin recursos económicos, para que la Policía investigara el hecho. Lo hizo luego de que el hermano de Benjamín dijera que este había sido asesinado y reforzó el caso con un video de su nieta de 4 años contando cómo fue que ocurrió todo.
De hecho, los hermanos de Benjamín, cuando fueron rescatados, tenían pésimas condiciones de higiene, mucha hambre y marcas de maltrato físico de mucho tiempo y otras recientes, las suficientes para indignar a más de uno de los policías que fueron a buscarlos.