Varios datos han sido descartados por los investigadores del asesinato de Olga Ambrosi (85). Esperanza por los rastros encontrados en la escena.

Crimen de la anciana en Guaymallén: se agotan las líneas investigativas

Por UNO

Han pasado casi dos semanas del brutal ataque que terminó con la vida de Olga Ambrosi, la mujer de 85 años golpeada durante un asalto en su casa de Guaymallén. Pese a la intensa pesquisa que se ha montado por el crimen, las líneas investigativas se han ido cerrando y se agotan los caminos.

En los primeros días del expediente, los sabuesos judiciales estaban esperanzados con la declaración de dos testigos que no presenciaron el hecho pero sí estaban ligados al entorno de la víctima fatal. Estas personas aportaron el alias de un sospechoso, aunque eran trascendidos y no se pudo determinar el nombre y apellido del sujeto, por lo que la línea investigativa no prosperó.

Días después, los investigadores policiales de Guaymallén recibieron un llamado anónimo aportando la identidad de uno de los presuntos autores. Se trata de una persona que tenía una causa judicial anterior, aunque había terminado sobreseído.

Al tener antecedentes, sus huellas dactilares estaban registradas en el sistema AFIS, por lo que se realizó una comparación con los rastros encontrados en la escena del crimen. El resultado fue negativo y el dato quedó descartado.

En los primeros días de esta semana, una familiar de la víctima fatal aportó un dato que le llegó. Precisamente una de las nietas de Ambrosi manifestó que el atacante podría vivir a pocos metros de la vivienda de la anciana. Sucede que a una cuadra de distancia hay unas viviendas que han sido usurpadas por algunas familias y creían que uno de los autores del hecho estaba en ese lugar.

Los pesquisas acudieron e identificaron a los presentes, pero ninguno correspondía al rango de edad de los atacantes. Testigos presenciales del hecho coincidieron en que los autores del asesinato tenían entre 18 y 20 años, en tanto que los identificados superaban los 30.

Camino a seguir

Con todas estas líneas agotadas, el expediente que lidera el fiscal departamental Juan Ticheli está complicado para avanzar. Un punto a favor son los rastros dactilares que tiene en su poder las autoridades.

En el teatro de los hechos se hallaron 22 registros, de los cuales 12 sirven para ser comparados en el sistema AFIS. Uno de ellos es palmar y el resto son dactilares. "El AFIS es un sistema que se actualiza diariamente con las personas que van cayendo detenidas por otro tipo de delitos. Si los autores por ejemplo cometen un robo menor y son atrapados, inmediatamente nos daremos cuenta que son los mismos que cometieron el crimen", manifestó una fuente ligada al caso.

Por otro lado, esperan que el Ministerio de Seguridad emita un pedido de recompensa para quien aporte datos fehacientes sobre el asesinato. Para esto ya se envió un oficio hace unas semanas, el cual fue ampliado en los últimos días.

A golpes

Olga Ambrosi murió por severo golpes que recibió en el cuerpo y en el cráneo en horas de la noche del sábado 9 de julio pasado en su casa ubicada en calle Colombia de Guaymallén. Al día siguiente, su hija la encontró desvanecida en el interior del domicilio y quedó internada en el Hospital Privado de Ciudad, donde falleció en la tarde del lunes pasado.

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