Vecinos escucharon que algo ocurría y llamaron al 911. Cuando llegó el personal policial, la mayoría de los ladrones alcanzaron a escapar por los techos pero el Flaco Yáñez y otro de sus cómplices -la fiscal lo identificó como Brian Gabiola (25)- quedaron adentro de la propiedad. El primero de ellos había sido apuñalado por la espalda por una de las víctimas.
Yáñez quedó complicado además por conversaciones telefónicas que mantuvo tras ser detenido con uno de sus cómplices, a quien le recriminó "guacho culiado, si ustedes se fueron todos de vuelo por el patio y yo me quedé adentro re baleado. Me clavaron mansa puñalada y todo".
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El segundo robo en Godoy Cruz por el que fue condenado ocurrió el 12 de junio de 2020 cuando un grupo de amigos se encontraba bebiendo en una casa ubicada en calle Peltier. En un momento de la noche, el propietario actuó como una especia de entregador ya que se fue del lugar e inmediatamente ingresaron cinco sujetos, entre los cuáles se encontraba Yáñez.
"¡Somos de la Brigada!", mintieron a viva voz los ladrones. A uno de los presentes le precintaron las manos y los pies, le taparon los ojos y comenzaron a golpearlo y patearlo. Los asaltantes lo rociaron con whisky y hasta le introdujeron un dedo mojado con esa bebida en el ano, según la reconstrucción fiscal. Finalmente lograron sacarle la llave de su casa y una parte de la banda se dirigió hasta esa propiedad en Dorrego. Allí redujeron a su madre y le dijeron que tenían secuestrado a su hijo. Se terminaron llevaron un botín de 13 mil dólares, más de 6 mil pesos en efectivo y joyas.
La condena de Yáñez es la tercera que tienen estos hechos ya que se habían realizado dos juicios abreviados con anterioridad. Los expedientes seguirán su curso con el resto de la gavilla que deberá ser juzgada.