La mañana del jueves, el cuerpo de un joven de 22 masacrado a puñaladas fue hallado en el predio del Club Nacional de Sauce Viejo, localidad ubicada a unos 25 kilómetros al sur de la capital de la provincia. Ocurrió minutos antes de las 7 cuando un empleado de la comuna llegó al predio del barrio Villa Adelina Oeste y se topó con el cuerpo tirado sobre detrás de la cancha de básquet.
Entonces fue hasta la subcomisaría 13ª, ubicada a unos 70 metros del lugar, y notificó a los policías., quienes en el lugar observaron el cadáver completamente ensangrentado y restos de sangre esparcidos en los pastizales.
En ese marco llegó al lugar el jefe de la UR I, comisario mayor Adrián Rodríguez, y pesquisas de la Policía de Investigaciones (PDI) quienes preservaron la escena criminal hasta la llegada de los fiscales de Homicidios, Cristina Ferraro y Pablo Busaniche. La Policía Científica identificó el cuerpo de la víctima, que no tenía puesto calzado alguno, como el de Jonatan Adrián Blanco, de 22 años, quien presentaba 48 puñaladas, 30 de ellas asestadas por la espalda.
Entre vecinos. Para los pesquisas fueron al menos dos personas las que ejecutaron a Blanco, quien trabajaba como albañil durante la semana y como mozo los fines de semana. El muchacho, vecino de la zona, no tenía antecedentes penales y la noche del miércoles había salido de su casa con su moto y visto en cercanías del Club Nacional en compañía de otros jóvenes.
Los investigadores hallaron manchas de sangre en la cancha de fútbol y en la cancha de básquet, por lo que se presume que Blanco fue apuñalado en el primero de los terrenos y escapó de sus agresores corriendo unos 20 metros antes de caer sin vida.
Asimismo, se supo que la noche del miércoles y hasta entrada la madrugada del jueves, un grupo de muchachos ingresó al predio del Club Nacional para jugar un picadito nocturno que se habría extendido "hasta las 4 de la mañana, cuando se escucharon varios gritos y corridas", según confiaron vecinos del predio.
Sin zapatillas. El empleado comunal que halló el cadáver le dijo al diario El Litoral de Santa Fe que a las 6 de la mañana, cuando él arriba a trabajar, simpre se fija "cómo está el dispensario, por la gente que viene temprano para sacar sus turnos y luego enciendo la bomba de agua". En esas circunstancias, agregó, "ví un bulto tirado en el piso. Al principio me enojé porque pensé que era algo que habían dejado tirado, porque acá se hacen ferias de trueque. Pero cuando me acerqué ví los dos pies y me di cuenta de que no tenía zapatillas. Salí rápido y me fui hasta la comisaría donde avisé".