Los delincuentes reventaron la puerta principal de una casa ubicada en Agustín Álvarez al 900 de esta ciudad. Aprovecharon la ausencia del titular de la propiedad y sólo se llevaron el efectivo y un cheque por $3000.

En un asalto se llevaron $8000 y cheques por un valor de $3000

Un grupo de desconocidos ingresó de forma violenta  a una vivienda sin moradores, ubicada en Agustín Álvarez al 900, y del interior se llevó $8000 en efectivo , tres cheques al portador por $1000 cada uno y un televisor tipo LCD de 40".

El hecho ocurrió el lunes, cuando los delincuentes aprovecharon la ausencia del titular de la propiedad y a patadas tiraron la puerta abajo. Luego recorrieron los ambientes hasta que encontraron el dinero y el cheque.

El robo fue denunciado a las 19.50 por el dueño de casa, Jorge Mexandeu (35), que al arribar a su domicilio constató los destrozos y se comunicó con el 911.

Aparentemente, los ladrones ya tenían el dato de que en ese lugar se guardaba dinero y otros valores.

Por ahora se desconoce la hora exacta del robo aunque los investigadores presumen que fue en horas de la tarde porque el dueño retiró a las 16.30 de su casa.

En el lugar trabajó personal de Policía Científica  de la Comisaría 32º y de Investigaciones que levantaron huellas que fueron integradas a la causa por “averiguación robo y daños a la propiedad privada”.

Hechos similares

El 22 de junio ocurrió un hecho similar en Emilio Civil al 600 cuando el dueño de una casa  encontró, al regresar a la misma, que le rompieron la puerta de entrada y que se llevaron todos los objetos de valor.

En esa ocasión los delincuentes también derribaron a patadas la puerta de acceso. Una situación parecida vivió, el domingo, una mujer a la que sorprendieron cuando dormía y le derribaron la puerta a patadas para robarle un LCD.

Esta metodología violenta para ingresar a las viviendas se volvió moneda corriente en el sur mendocino. Incluso los policías recomiendan reforzar las medidas de seguridad sobre los accesos para impedir que se repitan estos hechos.

En este contexto no se descarta que los delincuentes realicen un trabajo previo de inteligencia para elegir a sus víctimas. En principio estudiarían los movimientos y los horarios de la familia para luego aprovechar su ausencia e ingresar a los domicilios.