La sombra creada artificialmente modula la cantidad de radiación que llega a las vides. Estos nuevos conos otorgan al menos seis grandes beneficios:
- Regulan la temperatura evitando las quemaduras de las plantas. Esto mejora la calidad de las frutas.
- Retrasan la maduración permitiendo que desarrollen una mayor concentración de compuestos aromáticos.
- Protegen contra el granizo. Los paneles actúan como una barrera física que guarece a las uvas de los daños causados por el hielo que llega desde el cielo.
- Optimizan el uso del agua, ya que reducen la evaporación en un suelo menos caliente.
- Reducen la huella de carbono y promueven prácticas agrícolas más sostenibles.
- Permiten una mayor rentabilidad, ya que la venta de la energía generada de manera propia puede proporcionar una fuente adicional de ingresos.
A la hora de colocar estos dispositivos, es importante que se tenga en cuenta que a mayor altura, mayor será la superficie de sombra proyectada. De todas formas, los conos no deberían ser demasiado densos para no complicar los procesos naturales en sitios que soportan una gran amplitud térmica.
En Estados Unidos, casi la tercera parte de las explotaciones ya se han volcado hacia esta nueva forma de producción.
Los pioneros ahorran dinero, mejoran el medio ambiente y tienen sabores distintos y superiores a los que estaban acostumbrados a obtener.
►TE PUEDE INTERESAR: América del Sur arde y nadie parece capaz de frenar el fuego