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Él, de 79 años y oriundo de Junín, le pidió sexo anal a su esposa de 77 y comenzaron las peleas. Los médicos diagnosticaron que era un paciente sano mentalmente, salvo algún indicio de Alzheimer.

Un matrimonio de ancianos mendocinos terminó en la Policía por desacuerdos de alcoba

Por UNO

JUNIN – Un hombre de 79 años fue demorado por la policía e internado en el hospital psiquiátrico ElSauce acusado de tener arrebatos agresivos con su esposa, de 77 años. Los médicos que lo atendieron

diagnosticaron que era un paciente sano mentalmente, salvo algún indicio de Alzheimer. Finalmente

la pareja confesó que las peleas se debían a que el hombre le exigía a su esposa mantener

relaciones sexuales por vía anal.

Lo que era una puja marital terminó en la justicia hace 15 días atrás y culminó hace pocas

horas, cuando se le sugirió a la pareja que acuerde un código de convivencia, so pena de excluir

del hogar a alguno de los exaltados cónyuges.

Las peleas comenzaron una noche y se repitieron en las diez siguientes. Alguno de los hijos

que todavía vive en la casa paterna, sin entender exactamente el contenido de los reproches, se

preocupó cuando escuchaba a su madre gritarle "viejo loco" y "sucio" a su compañero de toda la

vida.

Las discusiones nocturnas fueron subiendo de tono, comenzaron a abundar los insultos

recíprocos y hasta se escuchó claramente desde el comedor cuando uno de los veladores se estrelló

contra la cómoda.

Allí el preocupado vástago decidió convocar a una reunión de hermanos y contarles lo que

ocurría. Esta ese momento la pareja había pasado por épocas de disputas que hasta llegaron en algún

momento a desembocar en una separación, pero nunca habían sido tan ríspidas.

Fue así que a la noche siguiente, cuando comenzó el escándalo en la pieza matrimonial, el

hijo conviviente alertó a sus hermanos por teléfono, estos se convocaron en la casa y quizá con el

objetivo de hacer recapacitar a sus padres, los trasladaron hasta la comisaría.

Allí los policías intentaron atemperar los ánimos y después de no conseguirlo decidieron

labrar las actuaciones por violencia familiar y demorar al padre de familia.

Al día siguiente se lo trasladó al Cuerpo Médico Forense donde se le detectó lo que parecía

ser un principio de Alzheimer y se recomendó que fuera internado en el hospital psiquiátrico para

que se le efectúe un estudio mas profundo y que se lo medique para calmarlo un poco.

Allí, después de algunos días, los médicos clínicos y psiquiatras establecieron que era un

hombre físicamente sano y que su estado mental no implicaba ningún riesgo para terceros y menos aun

merecía su internación.

Cuando el paciente fue dado de alta y llegado de regreso a la comisaría de origen la policía

decidió citar a la esposa, antes de dejar partir al hombre. Allí, frente a su esposa y con la sola

presencia del jefe policial, el hombre dijo que las peleas se debían a que "yo quiero tener sexo

anal y ella no quiere". Además aseguró que no utilizaba ningún revitalizador sexual y que no tenía

otras quejas de la convivencia con su mujer. "Nos llevamos bien. El único problema que tenemos es

ese. Después de haber trabajado toda una vida, de haber mantenido a mi familia y criado a mis

hijos, no puedo entender como ella no puede darme el gusto", se quejó.