reconocían que el escenario en la Cámara alta es ahora de una fuerte paridad. Para inclinar esaatmósfera a su favor, la oposición ya trazó una estrategia: estirar el debate, con audienciaspúblicas, para generar presión sobre los senadores que aún no se definieron públicamente sobre eltema."La intención es producir un debate profundo, con audiencias públicas", explicó el jefe del bloque de la UCR, Gerardo Morales, quien anunció además que el próximo martes se reunirá con suspares opositores de las dos Cámaras para detallar la estrategia. El arco antikirchnerista nodebería tener problemas para imponer esta decisión, debido a que cuenta con la mayoría y lapresidencia de la comisión de Trabajo, donde se debatirá el tema. El titular de ese cuerpo, elradical Alfredo Martínez, adelantó que entre los invitados, "seguramente estarán el titular de laANSeS, Diego Bossio; y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano". Esta última convocatoriatiene algo de chicana: el sindicalista y aliado kirchnerista respalda la idea de llevar lasjubilacio- nes más bajas al 82% del salario mínimo; aunque advirtió que debe hacerse en formaprogresiva. Enterado de la estrategia opositora, el presidente de la bancada oficialista, MiguelPichetto, también comenzó a evaluar a quiénes convocar a las audiencias públicas. Su primera yllamativa elección fue para la Auditoría General de la Nación (AGN), presidida por el radicalLeandro Despouy. Hay allí también un ardid político: como reveló El Cronista en su edición del 13de agosto, la AGN emitió un estudio firmado por todos sus auditores advirtiendo que "si se quierepagar el 82% a todos los jubilados y no se quiere tener déficit en el sistema, se debe aumentar laedad jubilatoria o las cargas previsionales". Ninguna de esas dos medidas está contemplada en elproyecto que en la madrugada de ayer sancionó Diputados. Al cabo de la ronda de consultas, la UCR buscará que el proyecto se apruebe sin cambios, paradarle sanción definitiva. "Vamos a acompañar el proyecto tal como vino de Diputados que, además,trae las fuentes de financiamiento. Creemos que es perfectamente factible afrontar estaserogaciones", explicó Morales. Sin embargo, el tema del financiamiento generó fuertes críticas,principalmente del oficialismo y sectores de centroizquierda, debido a que se basa en los recursosya existentes en el sistema (ver página 2)."Nuestra postura será rechazar este proyecto por demagogo y oportunista que tiene como única finalidad hacerle pagar el costo político del veto a la Presidenta. Una finalidad muy pequeña y muymezquina", sostuvo al respecto Pichetto. Además, el jefe de los senadores kirchneristas tambiénbuscó fogonear la presión sobre los legisladores, pero en contra del texto opositor. "Hay actoreseconómicos que han mantenido un silencio de cementerio. Hay un desinterés brutal. La UIA (UniónIndustrial Argentina) y la AEA (Asociación Empresaria Argentina) no fueron capaces de hablar yhabía un proyecto en la Cámara de Diputados, que estuvo a punto de ser aprobado, que disponía elincremento de los aportes patronales", observó. Por lo pronto, y ante el escenario incierto en el Senado, el Ejecutivo baraja la posibilidadde vetar la ley (de lo que se informa aparte). En el Congreso, los diputados K ya demostraron quepodrán sostener esa decisión y los senadores buscarán exhibir igual cohesión.