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Mientras el Gobierno ya piensa en el veto, los senadores opositores buscan dar sanción definitiva al texto en un mes. Harán audiencias públicas para presionar a indecisos.

Tras el triunfo, la oposición ya trabaja en una estrategia para aprobar el 82% movil en el Senado

Por UNO

Las catorce horas de debate en Diputados por el proyecto para aumentar las jubilaciones tuvieronimpacto directo en el Senado, donde pocos recordaban ayer que la oposición debió cambiar de

estrategia al no lograr imponer allí una iniciativa similar hace menos de veinte días. Tras los 136

votos a favor, 89 en contra y 17 abstenciones que obtuvo el texto, oficialistas y opositores

reconocían que el escenario en la Cámara alta es ahora de una fuerte paridad. Para inclinar esa

atmósfera a su favor, la oposición ya trazó una estrategia: estirar el debate, con audiencias

públicas, para generar presión sobre los senadores que aún no se definieron públicamente sobre el

tema.

"La intención es producir un debate profundo, con audiencias públicas", explicó el jefe del

bloque de la UCR, Gerardo Morales, quien anunció además que el próximo martes se reunirá con sus

pares opositores de las dos Cámaras para detallar la estrategia. El arco antikirchnerista no

debería tener problemas para imponer esta decisión, debido a que cuenta con la mayoría y la

presidencia de la comisión de Trabajo, donde se debatirá el tema. El titular de ese cuerpo, el

radical Alfredo Martínez, adelantó que entre los invitados, "seguramente estarán el titular de la

ANSeS, Diego Bossio; y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano". Esta última convocatoria

tiene algo de chicana: el sindicalista y aliado kirchnerista respalda la idea de llevar las

jubilacio-

nes más bajas al 82% del salario mínimo; aunque advirtió que debe hacerse en forma

progresiva.

Enterado de la estrategia opositora, el presidente de la bancada oficialista, Miguel

Pichetto, también comenzó a evaluar a quiénes convocar a las audiencias públicas. Su primera y

llamativa elección fue para la Auditoría General de la Nación (AGN), presidida por el radical

Leandro Despouy. Hay allí también un ardid político: como reveló El Cronista en su edición del 13

de agosto, la AGN emitió un estudio firmado por todos sus auditores advirtiendo que "si se quiere

pagar el 82% a todos los jubilados y no se quiere tener déficit en el sistema, se debe aumentar la

edad jubilatoria o las cargas previsionales". Ninguna de esas dos medidas está contemplada en el

proyecto que en la madrugada de ayer sancionó Diputados.

Al cabo de la ronda de consultas, la UCR buscará que el proyecto se apruebe sin cambios, para

darle sanción definitiva. "Vamos a acompañar el proyecto tal como vino de Diputados que, además,

trae las fuentes de financiamiento. Creemos que es perfectamente factible afrontar estas

erogaciones", explicó Morales. Sin embargo, el tema del financiamiento generó fuertes críticas,

principalmente del oficialismo y sectores de centroizquierda, debido a que se basa en los recursos

ya existentes en el sistema (ver página 2).

"Nuestra postura será rechazar este proyecto por demagogo y oportunista que tiene como única

finalidad hacerle pagar el costo político del veto a la Presidenta. Una finalidad muy pequeña y muy

mezquina", sostuvo al respecto Pichetto. Además, el jefe de los senadores kirchneristas también

buscó fogonear la presión sobre los legisladores, pero en contra del texto opositor. "Hay actores

económicos que han mantenido un silencio de cementerio. Hay un desinterés brutal. La UIA (Unión

Industrial Argentina) y la AEA (Asociación Empresaria Argentina) no fueron capaces de hablar y

había un proyecto en la Cámara de Diputados, que estuvo a punto de ser aprobado, que disponía el

incremento de los aportes patronales", observó.

Por lo pronto, y ante el escenario incierto en el Senado, el Ejecutivo baraja la posibilidad

de vetar la ley (de lo que se informa aparte). En el Congreso, los diputados K ya demostraron que

podrán sostener esa decisión y los senadores buscarán exhibir igual cohesión.