Un centenar de obispos de todo el país mantendrán esta semana en Pilar su primer asamblea plenaria del año, que estará marcada por la preocupación de la Iglesia por las cifras de crecimiento de la pobreza que difundió la Universidad Católica Argentina (UCA) días atrás, y por los daños que causan la impunidad y la corrupción en el tejido social.
"En momentos difíciles hay que poner lo mejor que se tenga, pero en un contexto de equidad y solidaridad. Hay que contar con una presencia dirigencial comprometida con los valores de la justicia y la equidad, sobre todo con aquellos que menos tienen", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y arzobispo de Santa Fe, monseñor José Maria Arancedo, en declaraciones a la prensa.
Ya en sus mensajes de Pascua, los obispos expresaron que sus preocupaciones pastorales están centradas en que no se bajen los brazos en la lucha contra la corrupción, en los daños que causa la impunidad en la sociedad argentina y en temas como la pobreza, el narcotráfico y los enfrentamientos que dividen a los argentinos.
A este panorama se sumaron las cifras difundidas días atrás por el Observatorio de la Deuda Social argentina de la UCA que precisó que, en los tres primeros meses del año, la pobreza se incrementó en 1,4 millones de personas, en tanto que otras 350.000 ingresaron a la indigencia.
Encabezados por Arancedo, los obispos de todo el país se congregarán a partir de mañana en la Casa de Ejercicios El Cenáculo-La Montonera de Pilar y ese mismo día celebrarán la misa de apertura del encuentro, que se extenderá hasta el viernes 15.
El Episcopado viene preparando desde hace tiempo un mensaje al pueblo argentino con motivo del Bicentenario de la Independencia, que se celebrará en julio de este año, en el que -con una proyección histórica- buscarán trazar los desafíos actuales que enfrenta el país pero aún no está definida la fecha de su publicación.
"No se quiere que el mensaje quede atado a la coyuntura sino que sea un documento programático de la Iglesia a nivel social para los próximos años", según fuentes eclesiásticas, por lo que la semana próxima en Pilar se definirá el borrador del texto que viene trabajando una comisión así como si se adelanta la difusión que, en principio, estaba prevista en ocasión del 25 de mayo o del Congreso Eucarístico que se hará del 16 al 19 de junio en Tucumán.
Si bien hubo diversas declaraciones de obispos en forma personal sobre temas sociales que los preocupan, una cuestión de debate entre los prelados es si se debe esperar un tiempo prudencial para hacer referencia a la situación socio-política actual, a 4 meses del inicio de la gestión de Mauricio Macri, o salir ya la semana próxima con alguna declaración.
"La palabra de la Iglesia siempre es desde una postura constructiva. Queremos aportar para el bien común de la sociedad con una palabra de esperanza, compromiso y trabajo en un clima positivo", dijeron desde el sector que prefiere la prudencia.
Entre las opiniones que se conocieron estos días -en medio de una ola de procesos judiciales y detenciones-, el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, dijo que "la justicia lenta no es justicia" y la "corrupción si no tiene sanción y queda impune prepara nuevos delitos", ante lo cual exhortó a "recuperar la justicia" y pidió a los magistrados: "Jueces, no nos roben la justicia".
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, habló de la pobreza, afirmó que "no hay derecho a que los pobres carguen con la cuota superior del pago que haya que hacer" y consideró que es importante que "el ajuste sea inteligente".