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El próximo martes será el día clave para el conflicto que mantiene en vilo a la Prefectura y la Gendarmería, porque tanto el Gobierno como los suboficiales de ambas fuerzas volverán a reunirse.

Los prefectos y gendarmes aguardan una reunión clave para levantar la protesta y que se restablezca el orden

Por UNO

El próximo martes será el día clave para el conflicto que mantiene en vilo a la Prefectura y la Gendarmería, porque tanto el Gobierno como los suboficiales de ambas fuerzas que demandan mejoras salariales tienen las expectativas puestas en encarrilar la controversia.

De parte del Gobierno, el único funcionario que habló en las últimas horas fue el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, quien ratificó que la Casa Rosada dará el martes "una respuesta" al petitorio presentado por los prefectos y gendarmes el viernes pasado.

En declaraciones radiales, López justificó además las sanciones dispuestas por el Gobierno contra siete uniformados que fueron los voceros de la protesta, al asegurar que "una cosa es el gremio de la construcción parando una obra y otra cosa es gendarmes o prefectos, que tienen el uso legal de las armas".

Por su parte Raúl Maza, uno de los gendarmes desplazados que había sido vocero de la protesta en el edificio Centinela, calificó de represiva la medida.

Tras ser pasado a disponibilidad (un paso previo a la baja definitiva), señaló: "(El Gobierno) nos termina reprimiendo, esto es represión". Según señaló Maza en declaraciones a un canal de cable, existe una "estrategia" de parte de la Casa Rosada para desgastar el reclamo salarial. A la vez, denunció que las autoridades "incumplieron lo acordado" respecto de que no habría "represalias" por las manifestaciones.

Junto a Maza, fueron "pasados a disponibilidad" el cabo primero Gustavo Tutto y el cabo Maximiliano Celasco, y las notificaciones fueron firmadas por el director de Bienestar y Sanidad de Gendarmería, comandante mayor Gerardo Otero, informaron los uniformados.

Posteriormente, se conoció que hubo otros cuatro efectivos: un oficial de Salta y tres de Prefectura Naval.

Los uniformados continuarán con los reclamos salariales, entre los que aparece un piso de 7 mil pesos en blanco, tanto en el edificio Guardacostas de Puerto Madero como así también en el Centinela de Retiro, a la espera de la decisión del Gobierno tras entregar un petitorio al secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien les dijo que iba a responder este martes. 

El conflicto se inició el pasado martes, cuando agentes de Prefectura Naval comprobaron que se les había reducido entre un 30 y 60 por ciento sus salarios por la aplicación del decreto presidencial 1307, y a la protesta se sumó poco después suboficiales de Gendarmería. 

Tras la suspensión de la medida que dispuso el Gobierno, los efectivos extendieron sus exigencias y pidieron un piso salarial de 7 mil pesos en blanco, la sindicalización, la libre elección de una obra social, la asignación de una ART y la garantía de que no habrá represalias.