Gobernadores, intendentes, senadores nacionales, diputados nacionales, legisladores provinciales, apoderados de partidos políticos... esos dirigentes y muchos más suelen llenar las hojas de la complicada y vertiginosa agenda que tiene semanalmente el ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio.
Con actividades en todo momento en su despacho de la Casa Rosada, el referente desarrollista se apoya en sus colaboradores, quienes lo ordenan y guían en el maremoto de reuniones.
En los últimos días, Frigerio fue consultado sobre un encuentro en particular y no recordó cuándo estaba pactado: "Ehhh...No sé si es este o el otro. Después te digo".
Ante esa duda, le recordaron la intensa actividad que tiene a diario en Balcarce 50 y el funcionario nacional reconoció su agitada labor: "Sí, la verdad es que la agenda es un quilombo".