El clima es un tema omnipresente en nuestra cotidianeidad. Todos nos creemos especialistas, y sin embargo son pocos los profesionales: en el país, desde hace un par de años se habla del déficit de meteorólogos. Por esa razón, se han instrumentado becas de hasta 9.000 pesos, para seguir la carrera que se estudiaba sólo en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y que desde 2013 también está disponible en la Universidad Nacional de La Plata.
En la actualidad, de acuerdo con datos del Centro Argentino de Meteorólogos, no hay más de 300 meteorólogos recibidos, muchos de ellos jubilados o en actividad, pero con edades de 50 años o más.
Son especialistas en Ciencias de la Atmósfera.
Se dice que solo el Servicio Meteorológico Nacional necesita unos 60 profesionales; también en aeropuertos, observatorios, organismos públicos y privados. Su desempeño profesional reviste cada vez más importancia en función de prevenir catástrofes, cambio climático, proyecciones climáticas, optimizar producciones agrarias, entre otras.
“La meteorología estaba bajo la órbita de la Fuerza Aérea, y eso desalentaba a los interesados porque tenían que estudiar bajo las reglas militares”, contó César Aguirre, egresado de meteorólogo de la UBA, a mediados de los años 80.
A ello, agregó, hay que sumarle la falta de oferta académica y técnica en el interior del país. Se le atribuye como otras causas la centralización del Servicio Meteorológico Nacional en Buenos Aires, y el desinterés por las ciencias por parte de los jóvenes, además de la mala fama de la profesión por los errores en los pronósticos.
“Además, hace un tiempo no era muy conocida la oferta quizás por falta de publicidad por parte de la UBA. Esto obligó a que se ofrecieran becas desde las FF.AA. (que en esos tiempos estaba como responsable del Servicio Meteorológico Nacional) para licenciados en Meteorología y pronosticadores que trabajen en tareas de protección al vuelo en los aeródromos del país”, opinó Aguirre.
Y narró: “Luego, cuando el Servicio Meteorológico pasó al ámbito civil lo que sucedió es que comenzó a haber falta de observadores meteorológicos (que antes eran cubiertos por personal militar). En estos últimos años se ha hecho más conocida la especialidad, posiblemente porque los medios de televisión comenzaron a contratar a meteorólogos para brindar el pronóstico y esto ha redundado en un beneficio para la carrera”.