Por Javier Polvani
“Como digo que estoy preparado para gobernar, digo que acompañaré el triunfo del justicialismo si no me toca ser candidato”, el poderoso secretario General de la Gobernación.
“Como digo que estoy preparado para gobernar, digo que acompañaré el triunfo del justicialismo si no me toca ser candidato”, el poderoso secretario General de la Gobernación.
Por Javier Polvani
En una etapa de la carrera electoral hacia octubre en la que casi todos los pre candidatos advierten que están dispuestos a bajarse en pos de la unidad, Alejandro Cazabán inauguró un búnker de campaña al que presentó como “un espacio abierto en el que se construirá el triunfo del justicialismo”. Y completó una señal conciliadora hacia los azules del operador de la Casa Rosada, Juan Carlos Mazzón, que “como digo que estoy preparado para gobernar, digo que acompañaré el triunfo del justicialismo si no me toca ser candidato”.
En una nutrida conferencia de prensa previa al acto de inauguración de la sede de campaña, el secretario general de la Gobernación calificó la gestión de Celso Jaque como “histórica” y repitió varias veces que el mandatario “será el gran elector de la fórmula para la gobernación” del peronismo mendocino. Tuvo palabras afectuosas para Mazzón y otras destinadas a acercar posiciones con dos intendentes del sector azul con los que perdió relación: Alejandro Bermejo, de Maipú, y Jorge Giménez, de San Martín. También llamó a la unidad al cacique de San Rafael, Emir Félix, hermano del diputado nacional Omar Félix, cuyo discurso de campaña conlleva una crítica a Jaque desde la raíz.
Las cabezas de los sectores que apoyan a Cazabán lo acompañaron en la inauguración del local de Colón, 128. La figura más pesada dentro de la dirigencia presente fue el intendente de Guaymallén, Alejandro Abraham, quien clamó por la unidad tras proclamar que “no puede haber interna, ni el gobernador les puede ganar a los azules, ni los azules le pueden ganar al gobernador. Somos todos lo mismo, va a haber un acuerdo”. Por su parte, el ministro de Gobierno, Mario Adaro, también acudió al llamado de Cazabán pero no subió al palco.
También estuvieron el intendente de Santa Rosa, Sergio Salgado; el secretario general de la CGT, Rodolfo Calcagni; el pope del sindicato de expendedores de nafta, José Scoda; el líder de MUP, Mariano Maure, y los subsecretarios de Educación, José Rivas, y de Hacienda, Mario Granado. La militancia convocada sobrepasó las cerca de 70 sillas colocadas en el salón y colmó los pasillos interiores y la vereda en el frente del búnker.
Cazabán le dedicó el párrafo más crítico de su intervención al radicalismo. Le pidió que explicite cuál es su propuesta de gobierno y que diga si está de acuerdo con medidas de la gestión de Cristina Fernández como la Asignación Universal por Hijo y la política de retenciones al campo, entre otras. “Los radicales sólo critican porque no tienen proyecto”, acusó.