Por Jaime Suárez
Según contó uno de los dueños de estos puestos, la oferta organizada de flores en el Paseo Alameda surgió hace 40 años como una forma de contrarrestar otro tipo de servicios, el de las prostitutas. Vecinos del lugar y dueños de negocios se reunieron con el intendente de ese entonces y pusieron en práctica este curioso plan para desplazar a las meretrices que frecuentaban la zona.
Puestos de flores en el Paseo Alameda from Jaime Suárez on Vimeo.
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Una cala negra, una de las más curiosas ofertas florales sobre la calle San Martín.
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El puesto Lourdes, el primero en el Paseo Alameda, de Norte a Sur, y también el primero en la calle San Martín según su dueña.
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Distintas variedades de rosas asoman nítidamente de entre los baldes que las conservan para llamar la atención de los transeúntes.
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Otro de los puestos afincados en el paseo.
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Los colores abundan a pesar de la hora.
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Demetria arregla con destreza un ramo de crestas de gallo.
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Colores y fragancias se mezclan por igual.
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Otro de los puestos. Quien atendía este era demasiado tímido para la cámara.
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Los lylium abundaban en la oferta de flores de la Alameda.
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En este puesto su encargada atendía atrincherada dentro de la caseta.
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Más lylium, pero de color blanco.
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El puesto de René, uno de los más grandes que hay sobre el Paseo Alameda.
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Y aquí su producto más peculiar: la cala negra, resultado de una meticulosa técnica de teñido.
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El puesto de Victoria, el último en el recorrido de Norte a Sur, atendido por sus orgullosos dueños.
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Y así termina este recorrido fotográfico.