País

A pedir de boca de Celso Jaque

Por UNO

Por Juan Quibar Editor General de

diariouno.com.ar

Dos excelentes aciertos en el espectáculo de Walter Neira, uno al principio y otro al final,

le pusieron la frutilla a una jornada vendimial bella como hacía mucho no se veía: la presentación

en vivo de las candidatas por parte de la reina saliente, María Florencia Destéfanis, y la marcha

final cantada con ritmo de murga.

Por si esto fuera poco, hubo mucho de factor suerte el sábado de vendimia. La anunciada y

temida lluvia se las arregló para caer entre el final del carrusel y la previa en el anfiteatro. Y

Cristina llegó en su mejor momento y hasta le robó protagonismo a la reinas en el carrusel.

El martes la presidenta había alcanzado un pico con su discurso ante la Asamblea Legislativa,

donde desplegó frases maradonianas por su capacidad de generar títulos para los diarios, se dio el

gusto de retar a Cobos y se metió miles de votos en el bolsillo al anunciar la Asignación Universal

para las embarazadas. Y con ese caudal llegó a Mendoza y les regaló a los mendocinos unas emotivas

palabras al mostrarse impactada y emocionada por el cuadro de Néstor que le regaló el pintor

Norberto Filippo.

También fue un regalo para los mendocinos que Cristina no haya sobreabundado asistiendo al

archiaburrido almuerzo de las fuerzas vivas, ese donde rosquean los gerentes que manejan las

grandes bodegas mendocinas, casi todas en manos del capital extranjero.

¿Qué más podía esperar el anfitrión político, Celso Jaque? La respuesta es muy sencilla: que

la reina fuera de una comuna de su signo político. No se le dio, pero se podrá dar el gusto de

decir que no hubo acomodo.