El de Cristian Tarragona ante Atlético Paraná fue el gol de la ilusión. No el de la salvación, como él quizás hubiese querido, pero si el del 1 a 1 final que le permite a Independiente Rivadavia seguir con chances de mantener la categoría definitivamente antes que termine la penúltima fecha.
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Se le venía negando. Porque el delantero tuvo dos mano a mano y no pudo concretar. El arquero de la visita parecía impenetrable, pero nada es imposible para "Tarragol", que a los 27´36 hizo delirar a los miles de presentes en el Gargantini.
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El tanto del empate lo marcaron todos. Y si no, mirá esta imagen que lo dice todo: Cristian Aracena, el 1 del Azul, corrió hasta el centro del campo de juego para festejarlo con el 9.
Un abrazo de arco a arco sería, que dice mucho más de lo que las palabras puedan intentar explicar:
Edición: Laura López/Ovación