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Independiente Rivadavia derrotó 1 a 0 a Douglas Haig de Pergamino y rompió la sequía. Juan Pablo Pereyra convirtió el tanto del local que jugó más de un tiempo con diez. Fotos.

La Lepra se sacó la espina y cortó una racha de siete sin ganar

Por UNO

Independiente tenía que ganar. Con esa premisa llegaron los hinchas a la cancha y salieron los jugadores azules al campo de juego. No importaba cómo, la Lepra tenía que cortar la racha negativa de siete partidos sin victoria y lo hizo.Por la fecha 21°, Independiente Rivadavia enfrentó a Douglas Haig de Pergamino, que también venía de malas, le ganó 1 a 0 y terminó la primera rueda de la B Nacional con 28 unidades.

Douglas no lo inquietó nunca. La Lepra no mostró un juego asociado pero sí mucho sacrificio y concentración. Utilizó el pelotazo como herramienta y así llegó al gol en la primera parte.

Juan Pablo Pereyra, acostumbrado a aguantarla arriba, recibió un balón de espaldas tras un toque de Nadaya, dio media vuelta y remató cruzado para sorprender al arquero Martín Perafán. Gracias a la poca oposición del uno pergaminense, la pelota tocó la red y el local gritó el 1 a 0.

En medio de los festejos, la visita tuvo la única clara del partido. Apenas sacó Douglas del medio, estuvo cerca de opacar la exaltación leprosa pero el arco de Maximiliano Scapparoni se mantuvo finalmente en cero.

La mala del partido para Independiente llegó a los 38. El Azul, tirado en ataque, se descuidó en el fondo. Carlos Rearte perdió la pelota arriba y Ariel Agüero debió salir a cortar con una fuerte falta. Inmediatamente el árbitro Luis Álvarez le mostró la tarjeta roja y dejó al local con diez jugadores.

En el segundo tiempo, la Lepra ya no fue el que propuso sino que decidió esperar para salir de contra de la mano de Cerutti y Méndez, quienes ingresaron desde el banco.

Douglas, a pesar de sus limitaciones futbolísticas, se adueñó de la mitad de cancha y fue metiendo a Independiente en su área aunque sin generar peligro en el área de Scapparoni.

Por momentos, los hinchas locales se impacientaron temiendo lo peor, no por lo que su equipo le devolvía en cancha ni por la propuesta de la visita, sino por los antecedentes de siete partidos sin triunfos. Finalmente, gracias al 1 a 0 que resultó definitivo, el simpatizante leproso se fue satisfecho del Bautista Gargantini, no por el fútbol que la Lepra no tuvo pero sí por la entrega y el sacrificio demostrado por sus jugadores. 

Estadísticas:

 

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Fotos: Nicolás Galuya/UNO
Fotos: Nicolás Galuya/UNO
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