La Copa Libertadores para el equipo bonaerense que dirige Guillermo Barros Schelotto comienza tras una fase inicial en donde eliminó al Caracas por un global de 3-0, en una llave en donde la disparidad técnica fue notoria en favor del actual campeón de la Copa Sudamericana. Ahora llega la fase de grupos ante rivales con mayor potencial y el calendario le propone como primer escollo al O`Higgins, de Chile, un equipo con un marcado `toque argentino` ya que tiene al técnico Berizzo y a siete jugadores `criollos` en su plantel. Lanús, que igualó de visitante con Belgrano en su debut en el torneo local, tiene todos los elementos como para poder aspirar a una clasificación. El equipo `Granate` tiene un afiatado funcionamiento, con una sólida defensa, en donde Paolo Goltz es su estandarte; creación y quite en la zona media, Leandro Somoza es fundamental, y un ataque potente con el uruguayo Santiago Silva, bien secundado por Lautaro Acosta, Ismaél Blanco, Jorge Pereyra Díaz y Lucas Melano. O`Higgins es el actual campeón chileno y regresa a la Copa luego de 30 años de ausencia, para su cuarta participación, con su mejor performance en 1980 cuando fue semifinalista. El equipo de Rancagua se consagró en el Clausura 2013, luego de vencer a Universidad Católica en la final, tras llegar a la última fecha con la misma cantidad de puntos, logrando así el primer título de su historia en Primera División. Cuenta en el plantel con los argentinos Mariano Uglesich (ex Vélez), Alejandro López (ex Tigre), Pedro Hernández (nacionalizado chileno y ex Argentinos Juniors), Juan Cobo (ex Olimpo, Arsenal y Quilmes), Fernando Gutierrez (ex San Lorenzo y Olimpo), Pablo Calandria (ex Huracán, Gimnasia de Jujuy y Atlético Tucumán) y Gastón Lozano (ex Lamadrid, Cañuelas y Barracas). En seis fechas en el torneo chileno figura tercero con 12 unidades, detrás de Colo Colo con 16 y la Universidad Católica con 13. En la fecha del pasado fin de semana igualó 1-1 ante Palestino. Es el primer cotejo en el grupo para los dos y la obligación de Lanús es de conseguir un triunfo, ya que en este fase los nueve puntos de local no se `negocian`, dado que sin ellos se hace difícil clasificar.