El defensor de Gimnasia y Esgrima Oscar Garrido es una de las grandes apuestas del equipo que dirige Diego Pozo y sueña con debutar en la Primera Nacional.
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El jugador, de 22 años, fue al banco ante San Martín de Tucumán y estaba en la lista de los concentrados para el partido ante Sarmiento de Junín, encuentro que fue suspendido por la pandemia del coronavirus.
"Llegué al Lobo en el 2019, estuve en el Deportivo Maipú donde hice las divisiones inferiores y también tuve un paso por Luján. Este es un club en el que siempre quise jugar", contó el defensor en dialogo con Ovación.
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Garrido habló de sus expectativas: "Cuando llegué a Gimnasia y Esgrima sabía que era una gran oportunidad y estoy muy agradecido. Estoy en un club grande de Mendoza que me abrió una puerta que parecía cerrada en el fútbol. Como jugador apunto a jugar y tener continuidad".
En cuanto al retorno del fútbol comentó: "La verdad que todos los días me levanto pensando en que se habiliten los entrenamientos. Ojalá podamos volver a jugar al fútbol pronto".
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Pozo lo puso de cuatro
"Me puso de cuatro, cuando Diego (Pozo) dirigía la Liga me corregía los errores y me ayudó mucho. Me ha descubierto la posición y siento que puedo volver a rendir mucho más. En Maipú jugaba de carrilero y en Luján de enganche".
"Martín Abaurre es otro pilar fundamental, cuando me veía mal se me acercaba y me preguntaba que me pasaba. Tengo muchas palabras de agradecimiento", agregó.
Los consejos de los referentes
"Renzo Vera, Iván Ramírez, Cristian Llama, Tomás Marchiori, Leandro Aguirre nos dan muchos consejos a los más chicos, nos apoyan mucho. Es algo que nos viene muy bien para seguir creciendo", opinó.
Su gol en la final ante Huracán por la Copa Mendoza:
Fotos: Prensa Gimnasia y Esgrima.