Flamengo -con el ex arquero de Boca Agustín Rossi- arrancó de la mejor manera el Mundial de Clubes. El Mengao derrotó este lunes por 2-0 al Esperance de Túnez en un partido correspondiente a la primera fecha del Grupo D del Mundial de Clubes, disputado en el Lincoln Financial Field de la ciudad de Philadelphia, Estados Unidos.
Flamengo debutó de la mejor manera en el Mundial de Clubes.
Los tantos para el conjunto brasileño los convirtieron el uruguayo Giorgian De Arrascaeta, a los 17 minutos del primer tiempo, y Luiz Araújo, a los 25’ del complemento.
Con este resultado, el elenco comandado por el ex defensor Filipe Luis igualó al Chelsea de Inglaterra en la cima de su zona con 3 puntos y la misma diferencia de gol.
Lo que viene para el Flamengo
El Fla deberá medirse ante el cuadro londinense en la próxima jornada, el viernes 20 de junio desde las 15:00 (hora argentina).
A pesar de la derrota, Esperance dejó una buena imagen por como supo contener los ataques de un rival de mayor jerarquía, por lo que podría sorprender en el choque ante Los Angeles FC, que tendrá lugar el mismo día a partir de las 19:00.
En un primer tiempo en el que el conjunto sudamericano dominaba la pelota y se lo notaba incomodo a la hora de atacar ante un rival que le cerraba los espacios, Giorgian De Arrascaeta fue el encargado de abrir el marcador para el cuadro de Rio de Janeiro.
El volante uruguayo recibió un pase dentro del área de Luiz Araújo, tras un centro desde la derecha por parte de Guillermo Varela, y definió por abajo para vencer al arquero Bechir Ben Said, antes de los 20 minutos de partido.
Si bien parecía que el gol abriría el partido y Flamengo encontraría más libertad para atacar, el desarrollo del mismo continuaba con transiciones lentas, sin poder pisar el área contraria con situaciones de peligro.
La segunda parte transcurrió de la misma manera, hasta que el delantero de 29 años combinó con Jorginho y sacó un zurdazo potente que ingresó pegado al palo derecho del guardameta tunecino para ampliar la diferencia en el marcador.
A partir de allí, los brasileños controlaron la pelota con mayor tranquilidad y circularon el balón de lado a lado sin ser demasiado explosivos a la hora de atacar, producto de la ventaja en el resultado.