"No es una guerra, es una revolución. Al club no se le roba más!!", reza la bandera que apareció colgada en la popular Sur del estadio Bautista Gargantini en el medio de la práctica que llevaba a cabo el primer equipo de Independiente Rivadavia.
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Los "encapuchados", que se adjudicaron los hechos de violencia que provocaron en el partido ante Atlanta, volvieron a aparecer en la tarde de este jueves por el club y el entrenador Matías Minich tuvo que suspender momentáneamente la práctica de fútbol.
Con total impunidad los violentos ingresaron al club, colgaron el trapo y dialogaron con el vicepresidente primero Raúl 'Rulo' Corvalán.
Momentos de tensión se vivieron en La Catedral y la Policía se hizo presente. Las primeras informaciones indican que hubo seis aprehendidos por averiguación de antecedentes.
Justo en el día que la Lepra conocerá la sanción del Tribunal de Disciplinas por lo ocurrido ante el Bohemio estos muchachos hicieron de las suyas.