Mientras Argentina y Brasil medían fuerzas en el Mineirao, por las semifinales de la Copa América, uno de los hijos de Lionel Messi, Mateo, volvió a hacer de las suyas.

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El segundo hijo de la Pulga, uno de los más queridos y admirados en las redes sociales, se mostró más inquieto que nunca en el estadio de Belo Horizonte.

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Mateo no paró de correr y por momentos se lo vio incontrolable. Tampoco le faltó el tiempo para molestar a su hermano Thiago y tuvo que ser controlado muy de cerca por parte de Antonela Roccuzzo.

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