Fuera de Juego maratón
Fue en el desierto del Sahara

Un maratonista estuvo perdido, tomó su propia orina y comió murciélagos

Por UNO

El maratonista italiano Mauro Prósperi protagonizó un hecho poco común, ya que estuvo perdido 9 días en el desierto del Sahara y para subsistir bebió de su propia orina, y comió un murciélagos.

Prósperi contó que en la gran travesía -fue en 1994- debió caminar más de 290 kilómetros.

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“Había una pequeña colonia de murciélagos viviendo debajo del alero del edificio. Justo antes del anochecer, me escabullí allí y agarré dos de ellos. Decidí comerlos crudos, porque cocinarlos en mi estufa portátil solo los secaría, y sabía que la humedad era lo que más necesitaba. Así que les saqué el cuello y chupé. Era algo asqueroso, pero estaba loco de hambre. Todo lo que probé fue algo cálido y salado en mi boca”, dijo en Infobae.

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Todo comenzó en la isla italiana de Sicilia, en donde el corredor amateur Giovanni Manzo le comentó a Prósperi sobre la Maratón des Sables y se embarcaron en la aventura.

“Me daba cuenta de que estaba flaco y débil. Temblaba muchas veces. Podía verme los huesos en las manos. Tenía las muñecas tan pequeñas que el reloj me bailaba. También me di cuenta de que tenía las cuencas de los ojos muy hundidas. Mientras pensaba todo esto, detrás de una colina, apareció una niña”, relató y luego siguió a la niña y llegó a un campamento, donde fue rescatado.

La travesía comenzó el jueves 14 de abril y terminó el sábado 23, tras haber cruzado la frontera entre Marruecos y Argelia, país en el que fue hallado. Había perdido 16 kilogramos y pesaba apenas 45 kg.

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