Dada esta estabilidad, se continúa avanzando en el proceso de desvinculación de la asistencia respiratoria mecánica, con períodos de respiración espontánea cada vez más prolongados.
La exboxeadora permanece bajo seguimiento permanente por parte del equipo médico de la Unidad de Terapia Intensiva. “A pesar de la evolución favorable, el pronóstico de Oliveras continúa siendo reservado”, detalla el informe.
El accidente cerebrovascular que afectó a Oliveras ocurrió mientras dormía, lo que impidió que recibiera atención médica dentro de la llamada “ventana terapéutica”, el periodo en el que los tratamientos resultan más efectivos.