Luis Petri en el Pentágono
Luis Petri estuvo a principios de mes en el Pentágono, con el secretario de Defensa de Estados Unidos.
Habrán visto ustedes, damas y caballeros, que el León ha dicho que habrá una segunda presidencia suya (2027-2031) con la que concluirá su obra, tras lo cual se irá a su casa para cuidar a sus perros, como si fuera un ex presidente norteamericano.
Para que dicha ilusión de Petri vaya a mutar en realidad, tendría -en el corto plazo- que sumergirse y purificarse en el cauce de algún Ganges libertario, donde debería frotarse aunque más no sea con lavandina en gel.
En esas inmersiones bautismales no le debería quedar ni el más mínimo olor a radicalismo, pertenencia partidaria a la cual, sin embargo, el sanmartiniano no ha dicho hasta ahora que vaya a renunciar. Pero claro, en política las cosas suelen ser provisionales y evanescentes.
El oportuno
Eso de querer ser gobernador ya lo intentó en 2023 cuando fue a las PASO con Alfredo Cornejo. Perdió, pero a la vez ganó al aprovechar las oportunidades que se le brindaban por haberle hecho frente "al Petiso". El 40% de los votos logrado en aquella interna fue un aventón que lo posicionó para reinventarse y así empezar a esperar otra oportunidad en 2027.
Fue candidato a vicepresidente de la Nación de Juntos por el Cambio. Perdió por segunda vez en ese 2023 porque la fórmula con Patricia Bullrich salió tercera. A esos fracasos eleccionarios los transformó en plataformas de lanzamiento.
Sin hacer ningún duelo ni dar las debidas gracias a quienes los habían votado en las generales, Petri y la Bullrich se postraron a los pies de Javier Milei. Y recibieron sus premios. Los dos ocuparon ministerios (Defensa y Seguridad) que previamente habrían sido prometidos a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Ocurre que antes de jurar, Milei y su vice ya eran perro y gata.
Nuestro personaje de hoy, ministro nacional, ha dicho sin empacho que Cambia Mendoza tiene fecha de vencimiento muy cercana en la provincia y que la única opción a la vista es una alianza del radicalismo con La Libertad Avanza donde la última palabra la tendrán siempre Milei y Karina.
En esa mixtura despareja, a Petri le gustaría verse como una figura central. Y repite: "Todos los que apoyamos al gobierno nacional debemos ir juntos para que tengamos mayoría en el Congreso".
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Patricia Bullrich y Luis Petri cuando fueron rivales de Javier Milei en 2023.
El peso de la marca
Al mismo tiempo, el gobernador Cornejo insiste que hará todo lo posible para no licuar totalmente la marca Cambia Mendoza en el caldero de La Libertad Avanza. ¿Petri avalará, para diferenciarse, que en la elección de Mendoza el radicalismo se esconda detrás de la sigla LLA sin ningún aditamento que recuerde a la UCR?
Por un lado, al actual ministro de Defensa le pesa su historial en la UCR, pero casi todas sus acciones en este presente muestran un destino bien definido junto a La Libertad Avanza (¿no deberíamos haber dicho dentro de..."). Pareciera que él no quiere hacerlo a la manera atropellada de una Patricia Bullrich. ¿Cómo será entonces? ¿Actuará como un Dr. Jekyll de día y un Mr. Hyde de noche?
Tan tocado por la suerte se muestra este mendocino, que Javier Milei lo ha bancado incluso cuando le han llenado los oídos pidiéndole su cabeza con comentarios venenosos sobre las libertades de opinión de las que hace gala la pareja de Petri, la conocida periodista Cristina Pérez.
Uno se pregunta, por ejemplo, cómo vivirá Petri en la intimidad hogareña el hecho de que el presidente insulte casi todos días a los periodistas y que repita, como en un mantra, "no odiamos lo suficiente a los periodistas", una frase digna de un salvaje, que se la copió a Donald Trump.
Resumiendo: si Petri ya ha descartado que vaya a tratar de salvar algún trapo de Cambia Mendoza, la pregunta sería qué hará con su identidad partidaria siendo que él, a través de su hermana Griselda Petri (una especie de Karina Milei buena) es parte de la conducción del radicalismo mendocino donde tienen la vicepresidencia partidaria. Hagan juego, mendocinos.
