“No es la macro la que hace quebrar empresas, sino sus malas decisiones micro” nos recuerda el economista Tom Copeland, uno de los autores del libro Valuation donde enseña cómo medir y gestionar el valor de las empresas, una especie de “biblia” de las finanzas modernas.
Esto viene a cuento por lo que está sucediendo en Argentina hoy, en donde hay empresas que están quebrando, desapareciendo y por supuesto también hay empresas que están naciendo y apareciendo.
Lo primero que se debe analizar cuando se gestiona una empresa o cuando se va a lanzar un emprendimiento, es el contexto macro en el cual va a navegar dicha empresa y/o emprendimiento.
Entender la macro para gestionar la micro
Lo primero que se debe analizar cuando se gestiona una empresa o cuando se va a lanzar un emprendimiento, es el contexto macro en el cual va a navegar dicha empresa y/o emprendimiento. Y para ello, es crucial tener las herramientas teóricas adecuadas. De lo contrario, el fracaso y la quiebra están aseguradas porque las decisiones micro serán equivocadas.
La economía es dinámica y no estática como nos hacen creer los neoclásicos y keynesianos a través de sus “modelos” matemáticos de eficiencia y de equilibrio, basados en Walras, Pigou, Pareto e incluso Marshall. Lo que hoy es bueno para mi empresa o emprendimiento, mañana puede no serlo. La vida es así, y por lo tanto no puede ser diferente en las empresas.
Si a esto le agregamos las “políticas económicas”, el cóctel de ineficiencia es mayúsculo porque, ninguna política económica puede hacer rentable lo que no es rentable. Sólo esconde la basura debajo de la alfombra, y si no nos damos cuenta de ello, o como sucede muchas veces, no lo queremos ver, la suerte de ese emprendimiento estará echada. Nuestro emprendimiento durará mientras dure el placebo engendrado por un subsidio de precios, de tasas, de tarifas, haciendo que la estructura de costos sea ficticiamente baja (recordar la promoción industrial por ejemplo que duró 33 años y desaparecióel 95% de las empresas que se crearon con ella).
Un precio mínimo determinado por un gobierno genera el mismo placebo pero por el lado de los ingresos haciéndolos ficticios. Si no comprendemos los aspectos teóricos de este tipo de cosas, las decisiones que se tomarán serán equivocadas y como dice Copeland, no será la macro el problema.
La panadería que está cerrando sus puertas, ha tenido que enfrentar las decisiones del mismo intendente, del mismo gobernador y del mismo presidente que la que sigue abierta o se ha creado y lanzado al mercado. Derivar de una estadística sobre cantidad de cierres de empresas, que la macro es la culpable es incorrecto científicamente, dado que estoy utilizando las estadísticas para “inferir” una situación o un principio económico.
Esto sólo es posible en las ciencias naturales pero no en las sociales, como consecuencia de que el proceso epistemológico es muy distinto en ambos casos. Si mezclo 72 veces un átomo de oxígeno con dos de hidrógeno el resultado será agua las 72 veces, algo que no se puede extrapolar a una ciencia social como lo es la economía.
El programa precios cuidados del gobierno anterior estuvo lleno de inconsistencias.
La reestructuración de precios relativos que viene sucediendo en la economía argentina desde diciembre del 2023 a la fecha ha sido muy fuerte, producto de las tremendas inconsistencias macroeconómicas heredadas por el actual gobierno (controles de precios, precios cuidados, subsidios, emisión monetaria, deficit fiscal, endeudamiento incontrolable, altísimo gasto público, alta presión tributaria en todos los niveles, estado infinanciable, etcétera).
Una pizza y una factura de energía promedio tenían casi el mismo precio en octubre de 2023 para ejemplificar tamaña distorsión de precios relativos.
El gran economista austríaco Carl Menger, nos enseña por medio de su Principio de Imputación, que los costos no determinan los precios, son los precios de mercado los que determinan los costos de producir. El sistema neoclásico-keynesiano-populista vigente hasta noviembre de 2023, les hizo creer a los que tenían comercios, empresas, negocios, que todo era cuestión de trasladar los costos al precio y listo.
No habría gestión si fuera así y cualquiera tendría un negocio. Analizar el contexto macro con la teoría correcta, es clave para emprender cualquier tipo de negocio; siempre fue así, pero hoy más que nunca.
Comprendiendo la micro correcta
El economista Israel Kirzner, unos de los líderes de la microeconomía “alternativa” basada en la Escuela Austríaca, en su libro Competencia y Función Empresarial, nos enseña que el mercado es un proceso donde interactúan las decisiones de consumidores, empresarios, financistas, todo lo cual, se sintetiza luego en un precio que determina el intercambio.
La microeconomía de la corriente tradicional sostiene, equivocadamente, que esa interacción responde a patrones estáticos y medibles mediante ecuaciones matemáticas, y deja de lado la función empresarial. Si Elon Musk, Jeff Bezos y Steve Jobs hubieran seguido la corriente micro tradicional, no los tendríamos entre nosotros hoy.
La estructura de precios que las empresas enfrentan hoy en Argentina, todavía contiene esquirlas de inconsistencias producto de políticas económicas anteriores.
La estructura de precios que las empresas enfrentan hoy en Argentina, todavía contiene esquirlas de inconsistencias producto de políticas económicas anteriores. Es decir, seguirá el proceso de reestructuración de precios relativos (aumentos de tarifas, de combustibles, por ejemplo), con lo cual, es imprescindible ajustar la estructura de costos operativos y de capital, ya que, no es posible como antes, trasladar las inconsistencias de gestión a los precios finales de ventas, más bien al contrario, como muy bien nos muestra Menger.
Hasta que las reformas (laboral, impositiva, financiera, previsional, judicial) entren en vigencia y transiten un rato por el camino, este será el escenario en donde se deberán gestionar empresas, negocios, comercios, incluso las finanzas personales y familiares.
No habrán políticas micro (políticas sectoriales) ni incentivos específicos para determinados sectores. El gobierno entiende que la micro es una cuestión entre privados y el Estado nada tiene que hacer allí, porque si interviene, genera distorsión de precios relativos como ha sucedido en el pasado.
Sólo se encargará de la macro, tratando de que las distorsiones heredadas desaparezcan lo antes posible, con el fin de eliminar la neblina que dificulta la comprensión de lo que sucede en ese ámbito (reformas estructurales, eliminación de normativas y resoluciones, ajustar cuestiones monetarias, bajar el gasto público, bajar la carga tributaria, reestructurar la deuda pública, etcétera).
Peter Senge decía que era peor no saber por qué se gana dinero que no saber por qué se pierde dinero. La mayoría de las empresas, comercios y negocios en Argentina tenían ese problema y por eso algunos han tenido que cerrar, quebrar, o entrar en concursos. Nunca supieron por qué ganaban dinero.
Con la teoría macro y micro financiera correcta, las turbulencias se transitan con normalidad y de ellas se aprende. Con la teoría incorrecta, el mercado se encarga de mostrarnos nuestros errores micro de la peor forma






