Análisis y opinión

En política, los parientes vienen premoldeados para ser casi siempre un problema

La confusa manía del presidente argentino Javier Mileide recordarnos casi a diario que "el Jefe" de "la gesta" no es él, sino su hermana Karina, ha sufrido un cimbrón fenomenal tras la crisis de los audios

En cualquier democracia republicana lo ideal es que los presidentes tengan un gabinete compuesto por políticos altamente profesionales donde éstos, además de aceitar y facilitar la tarea del responsable del Poder Ejecutivo, actúen como fusibles ante cualquier problema específico que esté afectando seriamente la agenda del primer mandatario. Es a éste -y no a sus ministros o asesores- a quien una mayoría ciudadana vota cada cuatro años.

Por eso la Constitución cuida adecuadamente la figura del presidente. No es por bonito/a ni por portación de apellido sino por lo que representa institucionalmente y por el poder temporal que ha recibido de los ciudadanos. Sin embargo muchas veces los mandatarios sorprenden con actitudes escasamente republicanas.

Si bien existe entre los votantes la convención de que es justo, democrático y necesario que el presidente/a de turno se niegue a llenar de parientes y amigotes el escenario del poder, son pocos los presidentes que pueden afirmar que no se pegotearon en las mieles del nepotismo. Los parientes, en política, parecieran venir premoldeados para ser casi siempre un problema y no un aporte.

No es aparente frescura, sino una confusa manía, que el presidente argentino Javier Milei nos recuerde casi a diario que "el Jefe" de "la gesta" no es él, sino su hermana Karina, alguien cuyo nombre no aparecía en ninguna boleta de las que los ciudadanos colocaron en las urnas en 2023.

Diego Spagnuolo (ex ANDIS)
Diego Spagnuolo era el titular de ANDIS, amigo personal del presidente y además abogado personal de Milei.

Diego Spagnuolo era el titular de ANDIS, amigo personal del presidente y además abogado personal de Milei.

La tormenta

Karina Milei, que es la secretaria general de la Presidencia y la armadora política de La Libertad Avanza en todo el país, difícilmente podría ser un fusible en este gobierno en caso de que avance el escándalo de los audios sobre la supuesta corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), suceso por el que ya fue echado Diego Spagnuolo, quien era el titular de ese organismo, amigo personal del presidente y además abogado personal de Milei.

En esos audios lo que se escucha es la supuesta voz de Spagnuolo explicándole a alguien (que sería quien grabó) cómo es el mecanismo que estarían usando Karina Milei y los Menem (Lule y Martín) para recibir presuntas coimas de parte de laboratorios farmacéuticos, en particular de la droguería Suizo Argentina, una situación irregular que el ex jefe de la ANDIS afirma haber puesto previamente en conocimiento del presidente Milei, sin suerte.

Ante la fuerza que tomó el escándalo, el mandatario echó al funcionario de Discapacidad al que acusó de mentiroso y afirmó que lo denunciará en la Justicia, ámbito donde ya había empezado a actuar -sobre la base de los audios- el fiscal federal Franco Picardi. Éste ordenó allanamientos en la Suizo Argentina y en los domicilios de sus dueños, los hermanos Emmanuel y Jonathan Kovalivker, uno de los cuales intentó escapar en su auto con 200.000 dólares en varios sobres, como listos para ser entregados.

Como en una novela de intrigas, ya se anuncian nuevos audios. El viernes pasado explotaron otros con la supuesta voz de Karina Milei en los que habla de la necesidad de estar juntos ante el difícil momento. La gravedad de estos últimos no está en lo que se dice sino en que el gobierno admite que fueron grabados en la propia Casa Rosada donde hay todo un sistema para evitar que las visitas vayan a grabar con sus teléfonos las conversaciones de los funcionarios.

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Santiago Caputo no es empleado del gobierno sino proveedor monotributista. Él factura. Eso no le impide manejar un presupuesto millonario para hacer y deshacer en las catacumbas de la SIDE.

Santiago Caputo no es empleado del gobierno sino proveedor monotributista. Él factura. Eso no le impide manejar un presupuesto millonario para hacer y deshacer en las catacumbas de la SIDE.

Sin gracia

A esta altura, lo de "El Jefe", que podría haber sido una invención ingeniosa del mandatario, ya no lo es. Es que el verdadero poder de Karina Milei no se asienta tanto en lo político o lo partidario, sino que se nutre especialmente de ese lazo fraternal, personalísimo, de los dos hermanos, un ensamble que genera una fuerza poderosa, que ellos perciben indestructible, y que algunos podrían leer, erróneamente, como mayor que el de las instituciones.

Muchos políticos votados debidamente por el pueblo, cometen con peligrosa frecuencia la torpeza de meter con fórceps en la gestión política a parientes cercanos (cónyuges, hermanos, cuñados, hijos, primos, yernos), también a amigotes o incluso a "favorecedores", ninguno de los cuales ha sido bendecido por el mandato ciudadano, aunque al llegar a esos cargos algunos de ellos actúen como si fueran enviados de Dios.

No sólo es el caso de Karina MIlei, que por lo menos tiene un cargo formal y firma documentos oficiales. También es el caso de Santiago Caputo, quien es (o era) el principal asesor del presidente, después de Karina, claro, y que ha logrado estar por encima de los cargos formales que marca la Constitución, como el de Jefe de Gabinete.

Este Caputo no es empleado del gobierno sino proveedor monotributista. Él factura. Eso no le impide manejar un presupuesto millonario para hacer y deshacer en las catacumbas de la SIDE. Sin embargo, el supuesto triángulo de hierro que conformaban Milei-Karina-Caputo y que se promocionaba como indestructible, está resultando ser de goma EVA.

De capa caída está también todo el mundillo que rodea a Santiago Caputo y a Las fuerzas del Cielo. Se ha desplomado a casi cero en las redes "la conversación" de los ejércitos digitales del mileísmo, un mutismo que ha escalado hasta el Gordo Dan, especie de cardenal maléfico de esa comparsa de la derecha ultra.

El hoy desafortunado Javier Spagnuolo va a quedar en la pulp fiction política como aquel amigote y abogado del presidente que registraba más entradas a la residencia oficial para comer, ver películas, escuchar óperas o simplemente ponerle la oreja al cumpa. Pese a esa amistad no pudo entender la evanescencia de la amistad en la política, pero sobre todo no pudo descifrar adecuadamente la fuerza fraternal de los Milei.

Ya antes de este merengue de los audios, Karina Milei lograba en la percepción de la mayoría de la población un sentimiento similar del que genera el "hijísimo" Máximo Kirchner desde el kirchnerismo.

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